MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes de diálisis que reciben tratamiento por especialistas del riñón con un mayor número de casos tienen más riesgo de morir prematuramente que los que reciben atención de nefrólogos con menos casos que atender, según un estudio que se publicará en la próxima edición de 'Journal of the American Society of Nephrology'. El estudio es el primero de su tipo en examinar la asociación entre el número de casos de los nefrólogo y el riesgo de mortalidad en un gran entorno urbano en Estados Unidos.
Kamyar Kalantar-Zadeh, del Centro Médico Irvine de la Universidad de California, en Estados Unidos, y sus colegas examinaron si los pacientes de hemodiálisis cuidados por nefrólogos con un elevado número de casos tenían un mayor riesgo de morir prematuramente que los atendidos por expertos con una cifra inferior de casos. Analizaron a un total de 41 nefrólogos con entre 50 a 200 pacientes de diálisis de una región urbana de California, clasificándolos en función de la tasa de mortalidad de sus pacientes de diálisis entre 2001 y 2007.
La investigación desveló que los nefrólogos cuyos pacientes en diálisis tenían mejor supervivencia tenían un número de casos de pacientes en diálisis menor que los nefrólogos cuyos enfermos tuvieron la peor supervivencia. Por cada cifra adicional de 50 pacientes atendidos por un nefrólogo, los pacientes tenían un 2 por ciento más de riesgo de morir durante el periodo de estudio.
"Nuestros datos sugieren que los pacientes que reciben atención por parte de los nefrólogos con el menor número de casos pueden tener una mayor supervivencia", afirmó el doctor Kalantar-Zadeh. "Estos datos pueden ayudar a desarrollar políticas y servicios directos de salud con mayor eficacia", agrega este investigador.
Los autores señalaron que se necesitan más estudios para confirmar los hallazgos y explorar mecanismos por los que la carga de trabajo influye en los resultados de los pacientes. También se necesita más investigación para determinar el umbral de carga de trabajo a partir del cual los beneficios de una mayor experiencia se ven compensados por el deterioro de la calidad de la atención y los resultados de los pacientes.