El óxido nítrico potencia la formación de vasos sanguíneos, clave en la cicatrización y la metástasis, según el CSIC

Actualizado: lunes, 13 agosto 2007 14:48

MADRID, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -

El óxido nítrico potencia la formación de nuevos vasos sanguíneos, un fenómeno denominado angiogénesis, que resulta clave en el desarrollo embrionario, la cicatrización y en la formación de metástasis tumorales, según informó hoy un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que participa en dicha investigación.

Así, dicho estudio publicado en la revista 'Blood', de la Sociedad Estadounidense de Hematología, cuenta con la participación del investigador del CSIC Santiago Lamas, del Centro de Investigaciones Biológicas (del CSIC), en Madrid. La investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Alicia García Arroyo ha dirigido el proyecto.

"La investigación arroja luz para comprender el papel del óxido nítrico, un mediador biológico muy aplicado en tratamientos cardiovasculares, en una de sus funciones menos conocidas y, sin embargo, más relevantes: la angiogénesis", señaló Lamas, quien resumió la principal aportación del estudio, aunque reconoció que, en la actualidad, no es posible vislumbrar una aplicación inmediata de este trabajo.

Los autores identificaron una de las claves que puede estar detrás de la implicación del gas en el citado proceso. Así, dicho mecanismo está relacionado con la activación de la proteína MT1-MMP, de la familia de las metaloproteasas de matriz extracelular. "Este tipo de proteínas son cruciales para la angiogénesis ya que degradan la matriz extracelular, paso previo necesario para que se formen nuevos vasos", indicó el investigador del CSIC.

La investigación aporta datos que demuestran cómo el óxido nítrico activa MT1-MMP, y que detallan que esa activación es imprescindible para que se produzca el movimiento de las células endoteliales, que forman parte de la pared de los vasos sanguíneos, y para la formación de los tubos de estas células, que son los precursores de los nuevos vasos.

Según el investigador del CSIC, el óxido nítrico es un conocido de las terapias cardiovasculares y cuyo beneficios, como dilatador y relajante muscular, fueron descubiertos por el farmacólogo Robert Furchgott, a principios de los años ochenta.

Las investigaciones sobre el papel del óxido nítrico en el organismo y sus posibles aplicaciones terapéuticas valieron a este investigador estadounidense la concesión del premio Nobel de Fisiología o Medicina, junto a Ferid Murad y Louis Ignarro, en 1998.