MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) han emitido una declaración conjunta para pedir a los gobiernos proteger a las personas que están en las cárceles ante la pandemia del Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus.
"Pedimos minimizar el riesgo de aparición de esta enfermedad en las cárceles y garantizar que existan medidas preventivas adecuadas para garantizar una respuesta rápida ante posibles brotes del virus", han dicho, para destacar la necesidad de establecer un sistema de coordinación actualizado que reúna a los sectores de salud y justicia, mantenga al personal penitenciario bien informado y garantice que se respeten todos los derechos humanos en estos entornos.
Y es que, según han señalado, una respuesta "rápida y firme" dirigida a garantizar un encarcelamiento "saludable y seguro", y reducir el hacinamiento, es esencial para mitigar el riesgo de que el Covid-19 ingrese y se propague en las cárceles. Así, han avisado de que el aumento de la limpieza y la higiene en estos lugares es primordial para evitar la entrada o limitar la propagación del virus.
"Se requiere que todos los estados garanticen no solo la seguridad, sino también la salud y la dignidad humana de las personas privadas de libertad y de las personas que trabajan en lugares de detención en todo momento. Esta obligación se aplica independientemente de cualquier estado de emergencia", han apostillado.
En este sentido, las organizaciones han recordado que las poblaciones penitenciarias tienen una representación excesiva de personas con trastornos por uso de sustancias, VIH, tuberculosis (TB) y hepatitis B y C, en comparación con la población general.
"Se requiere mejorar las medidas de prevención y control en entornos cerrados, así como aumentar el acceso a servicios de salud de calidad, incluido el acceso ininterrumpido a la prevención y el tratamiento del VIH, la tuberculosis, la hepatitis y la dependencia de los opioides", han dicho.
Además, han subrayado la importancia de que los profesionales sanitarios que trabajan en las cárceles sean reconocidos como una fuerza laboral crucial para responder a la pandemia del Covid-19 y recibir el equipo de protección personal y el apoyo necesarios según sea necesario.
"Los países deben respetar los derechos humanos de las personas privadas de libertad. Las restricciones que pueden imponerse deben ser necesarias, estar basadas en la evidencia, proporcionadas y no arbitrarias. Ciertos derechos fundamentales de las personas privadas de libertad y las garantías correspondientes deben seguir siendo respetados plenamente", han enfatizado.
Finalmente, han instado a los gobiernos a que se aseguren que las medidas para contener el Covid-19 en las cárceles se lleven a cabo conforme a los derechos humanos y sigan las recomendaciones establecidas por la OMS. "Los presos con síntomas de Covid-19 o que han dado positivo en las pruebas deben ser monitoreados y tratados de acuerdo con las pautas de la OMS", ha zanjado.