Los préstamos bancarios provocaron un 'boom' de estas intervenciones hace cinco años
BARCELONA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las operaciones de cirugía estética se han reactivado un 5 por ciento durante el último año en España, tras caer un 26 por ciento por la crisis, como ha declarado el nuevo presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), Jaume Masia.
En una entrevista a Europa Press, Masia ha remarcado que "la reactivación del mercado es moderada y prudente, pero es ascendente", a tenor de las cifras de implantes mamarios comercializados por las empresas especializadas.
Y es que las operaciones de relleno de mamas son un buen indicador de las operaciones estéticas de un estado, puesto que son la segunda opción más requerida, por detrás de las liposucciones que lideran el ranking.
El presidente de la SECPRE ha atribuido este aumento a una estabilización progresiva de las intervenciones estéticas que, en ningún caso, llegarán al 'boom' de 2006 y 2007 en que personas de nivel socioeconómico bajo accedieron a estas operaciones mediante préstamos bancarios, ha observado el cirujano.
Los españoles se sometieron a 105.000 operaciones de cirugía estética en 2009 --un 26% menos--, cifra que sitúa a España en el puesto número 15 de la lista de países donde más se practican este tipo de intervenciones a nivel mundial.
Masia ha comparado la crisis inmobiliaria con la que ha sufrido, en parte, el sector de las intervenciones estéticas por la actuación "incontrolada" de las entidades bancarias a la hora de conceder créditos.
Un implante de mamas puede oscilar desde los 4.000 a los 8.000 euros, en función del cirujano y el centro médico, mientras que una liposucción va de los 1.000 a los 4.000.
El nuevo presidente, que releva a Ezequiel Rodríguez en el cargo, ha destacado el buen trabajo realizado por su antecesor por situar la cirugía plástica en el lugar que le toca, "desfrivolizando" la cirugía estética con el mensaje "contundente" que no es imprescindible para el proceso patológico pero sí que aporta calidad de vida a los pacientes si se hace por gente cualificada para ello.
Masia ha descartado que la crisis haya provocado un aumento del intrusismo denunciado por los profesionales en años anteriores, sino todo lo contrario porque la gente pide más garantías.