Experto considera que las personas sólo deben operarse "para sentirse bien consigo mismas"
MADRID, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las operaciones de cirugía estética para conseguir un puesto de trabajo son ya "una realidad", según asegura a Europa Press el director de la Clínica Martín Anaya de Madrid, el doctor Moisés Martín Anaya, que asegura no estar de acuerdo con esta motivación.
A su juicio, un paciente "tiene que operarse por sentirse bien consigo mismo, por estar psicológicamente estable y por ver que el espejo devuelve una imagen con la que se está de acuerdo". Sin embargo, sostiene que si luego sirve para mejorar el trabajo, "es algo que no se puede negar".
Según los resultados de una encuesta realizada por la Sociedad Catalana de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SCCPRE), el 30 por ciento de las operaciones de estética se hacen por motivos laborales, ya que el trabajo "cada vez es más importante", explica. Para él, no hay que llevarse "a engaño" diciendo que cuando se contrata una persona, el aspecto físico "no es importante". "Eso sería vivir en un mundo de utopía", declara.
En su opinión, es importante "una buena presencia" cuando se va a hacer una entrevista de trabajo, motivo por el cual las personas que solicitan empleo se visten "elegantes". En este sentido, Martín Anaya matiza que los defectos que puedan molestar son "el rendimiento" que se le puede sacar a la cirugía.
De cualquier forma, sostiene que los cirujanos son "asépticos" a la hora de informar al paciente, ya que estos profesionales "tienen que valorar, desde un punto de vista psicológico, si las expectativas que se están creando están al alcance de lo que puede ofrecer la cirugía". Al respecto, indica que "si la pretensión del paciente es parecer 20 años más joven o enamorar al hombre o la mujer de sus sueños, va a volver a la consulta y va a decir que no está contento".
LIPOSUCCIÓN EN ELLAS Y BOLSAS EN LOS OJOS EN ELLOS
Como ejemplo de situaciones en las que la cirugía estética sí puede ayudar, Martín Anaya expone situaciones como la de los hombres con bolsas en los ojos que acuden a buscar un trabajo. "Igual el que está haciendo la entrevista saca una conclusión negativa y cree que ha venido cansado y que no ha dormido bien", explica.
Precisamente ésta, junto con la mejoría facial en general, es la más habitual entre ellos, ya que "a los hombres cada vez se les exige más". Por su parte, las intervenciones más demandadas por las mujeres son "las liposucciones y las cirugías mamarias", señala.
En cuanto a los sectores profesionales que acuden a las consultas, éstos son variopintos, y es que el experto confirma tener entre sus clientes a empleados, empresarios, opositores, deportistas e, incluso, "gente conocida". Respecto a su nivel económico se da la misma circunstancia, ya que pasan por su bisturí "personas sin problemas de dinero, de clase media y 'ajustaditas'", sostiene Martín Anaya.
De cualquier manera, y a pesar de este amplio espectro de población, el experto manifiesta que el riesgo de que la opción de someterse a la cirugía estética se extienda de manera peligrosa "es cero". A su juicio, "lo que es peligroso es que uno se pueda operar de todo, por cualquiera y en cualquier sitio".
Por ello, destaca la seguridad de las clínicas estéticas, en las que entra gente sana "y se va sana". "Somos muy rigurosos en los criterios de selección", por lo que hay personas sanas que son rechazadas en el estudio previo "al no estar en las condiciones óptimas para llegar a la mesa de quirófano", concluye.