PEKÍN (CHINA), 12 (Reuters/EP)
El director ejecutivo del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), Michel Sidibé, asegura que no se deben recortar las ayudas destinadas a combatir el sida en China pese a que éste país haya pasado a ser la segunda economía mundial, después de que varias ONG hayan denunciado una mayor dificultad para recaudar fondos procedentes de países desarrollados.
Así lo ha reconocido Sidibé en una entrevista a Reuters, recogida por Europa Press, en el marco de la reunión de ministros de Sanidad de países emergentes, que se celebrará estos días en China.
El Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria colabora para frenar el avance de estas enfermedades en los países donde son más prevalentes. En este contexto, se destinaron 947 millones de dólares (unos 674 millones de euros) para China, de los cuales 369 millones (262 millones de euros) servirían para combatir el sida.
Sin embargo, algunos países como Alemania o Dinamarca decidieron frenar temporalmente estos pagos tras saber que algunas donaciones se habían desperdiciado.
Pese a ello, Sidibé asegura que "sería un gran error por parte de los donantes" reducir la cuantía de estas ayudas ya que, según recuerda, en 2009 se registraron en China 740.000 nuevos casos de VIH y 105.000 que ya habían desarrollado sida.
Asimismo, al ser preguntado por los estrictos controles que mantiene el Gobierno chino sobre las ONG destinadas a la lucha contra el sida, Sidibé manifestó que el viceprimer ministro Li Keqiang le dijo en una reunión el lunes que crear "organizaciones de lucha contra el sida con base comunitaria era una transformación importante que China quiere ver".
El sida se convirtió en un problema importante en China en la década de 1990, cuando cientos de miles de agricultores pobres de la provincia rural de Henan se infectaron por la venta ilegal de sangre, si bien actualmente la transmisión del virus en el país asiático se produce por vía sexual.
Aunque Pekín tardó en reconocer la amenaza de la enfermedad, desde que lo hizo aumentó sus esfuerzos, destinando más dinero a programas de prevención, lanzando medidas para el acceso universal de los pacientes a los fármacos antirretrovirales que contienen el virus e introduciendo políticas para limitar la discriminación.
Sin embargo, China también ha perseguido mucho a los activistas que defienden los derechos de las personas con sida ya que, por ejemplo, Hu Jia, defensor de las víctimas rurales del sida, fue liberado en junio tras pasar tres años y medio en prisión por cargos de subversión.