JOHANESBURGO (SUDÁFRICA), 7 (EUROPA PRESS)
A medida que los países en desarrollo ejecutan sus programas de tratamiento antiretroviral (ARV), se prevé que los pacientes que viven con el VIH se muestren inmunes a los regímenes médicos a los que están sometidos y empiecen a necesitar medicinas de segunda línea. Muchas de estas medicinas no están disponibles o son "prohibitivamente caras" en estos países.
A todo esto se suma la falta de experiencia y conocimientos de los médicos a la hora de recetarlos, según informó hoy el portal de noticias sobre el sida de la ONU, PLUSNEWS. Por este motivo y en un intento por facilitar a los Gobiernos la tarea de los tratamientos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elaborado una lista reducida de los medicamentos ARV que recomienda.
Las nuevas líneas a seguir, extraídas de una reunión de expertos que tuvo lugar en mayo de 2007, han sido publicadas en respuesta a las peticiones de los países que reclamaban una mayor tutela en el asunto para llevar a cabo sus programas nacionales de tratamiento.
El doctor Tido von Schoen Anderer, director de la Campaña para el Acceso a la Medicamentos Básicos de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), afirmó que las nuevas líneas maestras "son buenas" porque suponen una "guía más clara", ya que antes había demasiados medicamentos que podían utilizarse. Añadió que la lista de la OMS tendrá otros efectos positivos sobre los programas médicos de los países, como que las medicinas serán "mucho más baratas". Actualmente, pueden llegar a costar entre el doble y nueve veces más que las de primer orden.
De los dos millones de enfermos de VIH en los países pobres y en desarrollo que estaban siendo tratados en diciembre de 2006, la OMS calcula que sólo un dos por ciento requiere ya las medicinas de segunda línea, pero que el número aumentó un tres por ciento cada año. Por este motivo, la OMS calcula que para 2012 invertirá un 90 por ciento del presupuesto para medicamentos en adquirir medicinas de esta índole.
EL DESAFÍO SIGUE EXISTIENDO
Sin embargo, según afirma Andy Gray, farmacéutico del Centro para el Programa de Investigación sobre el Sida de Sudáfrica (CAPRISA por sus siglas en inglés), el asunto de las medicinas de segundo orden "sigue siendo un desafío". A pesar de ello, agradeció la medida de la OMS pero se mostró muy preocupado por que la limitación de medicamentos sea "demasiado restrictiva" y obvie medicamentos de primera necesidad.
Von Schoen Anderer respondió que "es la única manera de hacer que los medicamentos sean más accesibles", a lo que agregó que "los países que tengan personal sanitario suficientemente cualificado podrán ofrecer más opciones". Ambos se mostraron de acuerdo en que aún existen muchos obstáculos para hacer que los medicamentos de segunda línea sean más accesibles y baratos.
En otro orden de cosas, las nuevas líneas a seguir de la OMS centran la atención en la dificultad que existe en muchos países para llevar a cabo exámenes médicos que determinen un diagnóstico fallido de los ARV de primera línea. La ausencia del equipamiento necesario para medir la carga viral, que es cómo se determina si los primeros medicamentos han fracasado, obliga a los médicos de muchos países a dar un diagnóstico atendiendo sólo a los síntomas físicos, sistema que no siempre es fiable. Como consecuencia de esto, la inmunidad al primer tipo de medicamentos se produce en muchos casos mucho antes de que sea detectada.