MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
La disminución de la inversión privada y la falta de innovación en el desarrollo de nuevos antibióticos están "socavando" los esfuerzos para combatir las infecciones resistentes a los medicamentos, según ha advertido este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Es importante centrar la inversión pública y privada en el desarrollo de tratamientos eficaces contra las bacterias altamente resistentes, porque se nos están agotando las opciones. Y tenemos que asegurarnos de que, una vez que tengamos estos nuevos tratamientos, estarán disponibles para todos los que los necesiten", ha pedido en un comunicado la subdirectora general de la OMS para la Resistencia Antimicrobiana, Hanan Balkhy.
Dos nuevos informes del organismo internacional revelan una "escasa reserva" de agentes antibióticos. Los 60 productos en desarrollo (50 antibióticos y 10 biológicos) traen "poco beneficio" sobre los tratamientos existentes y "muy pocos" apuntan a las bacterias resistentes más críticas (Gram-negativas), lamenta la OMS. "Aunque los candidatos preclínicos (los que se encuentran en las primeras etapas de prueba) son más innovadores, pasarán años antes de que lleguen a los pacientes", añaden.
La OMS publicó en 2017 la lista de patógenos prioritarios, 12 clases de bacterias más la tuberculosis, que suponen un riesgo creciente para la salud porque son resistentes a la mayoría de los tratamientos existentes. La lista fue elaborada por un grupo de expertos independientes para alentar a la comunidad de investigación médica a desarrollar tratamientos innovadores para estas bacterias resistentes.
De los 50 antibióticos en los que se está investignado, 32 se dirigen a los patógenos prioritarios de la OMS, pero "la mayoría solo tienen beneficios limitados en comparación con los antibióticos existentes", asegura la OMS. Dos de ellos son activos contra las bacterias Gram-negativas multirresistentes, que se están propagando rápidamente y requieren soluciones urgentes.
Las bacterias Gram negativas, como 'Klebsiella pneumoniae' y 'Escherichia coli', pueden causar infecciones graves y a menudo mortales que suponen una especial amenaza para las personas con sistemas inmunes débiles o aún no plenamente desarrollados, incluidos los recién nacidos, los ancianos, las personas que se someten a operaciones quirúrgicas o a un cáncer.
Los informes también han evidenciado que la investigación y el desarrollo de los antibióticos son impulsados principalmente por las pequeñas o medianas empresas farmacéuticas, mientras que las grandes compañías están dejando de lado esta cuestión.
"AMENAZA INMEDIATA": SE NECESITAN "SOLUCIONES URGENTES"
"Nunca ha sido tan inmediata la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos y más urgente la necesidad de soluciones. Se están llevando a cabo numerosas iniciativas para reducir la resistencia, pero también necesitamos que los países y la industria farmacéutica den un paso adelante y contribuyan con una financiación sostenible y con nuevos medicamentos innovadores", ha reclamado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Por otra parte, el informe pone de relieve una "preocupante brecha" en la actividad contra la altamente resistente NDM-1, con solo tres antibióticos en estudio. La NDM-1 hace que las bacterias sean resistentes a una amplia gama de antibióticos, incluyendo los de la familia del carbapenem, que hoy en día son "la última línea de defensa contra las infecciones bacterianas resistentes a los antibióticos".
Por el contrario, la OMS ha celebrado que la cartera de agentes antibacterianos para tratar la tuberculosis y el 'Clostridium difficile' (que causa la diarrea) es "más prometedora", ya que "más de la mitad de los tratamientos cumplen todos los criterios de innovación definidos por la OMS".
Igualmente, en productos preclínicos la OMS ha aplaudio que se muestra "más innovación y diversidad", con 252 agentes que se están desarrollando para tratar los patógenos prioritarios del organismo. "Sin embargo, estos productos se encuentran en las primeras fases de desarrollo y todavía tienen que demostrar su eficacia y seguridad", puntualizan. El escenario optimista, según el informe, es que los primeros dos a cinco productos estén disponibles en unos 10 años.