MADRID 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado este miércoles su nuevo Plan Mundial contra la Tuberculosis, cuyo objetivo es reducir a la mitad las muertes por tuberculosis en los próximos cinco años -- unos 2 millones en todo el mundo-- haciendo llegar los métodos de diagnóstico y tratamiento a los 32 millones de personas que no pueden acceder a ellos.
Esta iniciativa propone ayudar a los programas de salud pública a adoptar las modernas pruebas diagnósticas ya existentes y establece un proyecto de investigación para desarrollar dos nuevas pruebas de diagnóstico rápido que puedan ser utilizadas por personal formado para diagnosticar la tuberculosis incluso en los puestos de salud más básicos.
En concreto, la meta es que, para el año 2015, haya tres regímenes terapéuticos nuevos: uno para la tuberculosis sensible a los medicamentos y dos para la tuberculosis farmacorresistente, en ensayos clínicos de fase III, el último paso necesario antes de la comercialización. "En la misma fase de pruebas debería haber también cuatro vacunas experimentales", señala la OMS en este documento.
El plan proporciona también una 'hoja de ruta' para combatir la tuberculosis farmacorresistente. En este sentido, hace un llamamiento para que se analice a siete millones de personas para determinar si padecen tuberculosis multirresistente (MDR-TB) y tratar, en los próximos cinco años, a un millón de casos confirmados según las normas internacionales.
Medio millón de personas mueren cada año por tuberculosis asociada al VIH. Si se cumplen los objetivos del plan, a finales de 2015 todos los enfermos de tuberculosis serán sometidos a la prueba del VIH y, si esta es positiva, recibirán antirretrovirales y otras formas de atención contra el VIH. Además, todos estos pacientes serán cribados para la tuberculosis y recibirán el tratamiento curativo o preventivo oportuno.
SE NECESITAN CASI 26.500 MILLONES DE EUROS
Respecto a la financiación, este plan pide que se donen 37.000 millones de dólares (unos 26.450 millones de euros) para implementar la atención a la tuberculosis entre 2011 y 2015. Aún así, apuntan, "seguirá habiendo un déficit de alrededor de 14.000 millones de dólares (unos 10.000 millones de euros), aproximadamente 2.800 millones de dólares (unos 2.000 millones de euros) al año, que deberá ser cubierto por donantes internacionales".
La iniciativa incluye un cálculo independiente de los fondos necesarios para cumplir los objetivos de investigación y desarrollo, que son un total de 10.000 millones de dólares (unos 7.150 millones de euros), es decir, 2.000 millones de dólares (1.430 millones de euros) al año.
"Los países de ingresos altos y los países con economías en crecimiento tendrán que aumentar su inversión en investigación y desarrollo para cubrir un déficit estimado en alrededor de 7.000 millones de dólares (unos 5.000 millones de euros), 1.400 millones de dólares (unos 1.000 millones de euros) anuales", han señalado desde la OMS.
Según la directora general de la OMS, la doctora Margaret Chan, "es necesario expandir urgentemente las iniciativas contra la tuberculosis", ya que si se fracasa "10 millones de personas, entre ellos 4 millones de mujeres y niños, perderán la vida de aquí a 2015".
"El control de la tuberculosis funciona, pues la incidencia mundial de la enfermedad viene disminuyendo desde 2004, aunque demasiado lentamente", ha señalado Chan, que alberga la Alianza Alto a la Tuberculosis.
Según la OMS, 22 países, entre ellos Sudáfrica, soportan el 80 por ciento de la carga mundial de tuberculosis. Cada año, alrededor de 9 millones de personas desarrollan la forma activa de la enfermedad y casi 2 millones mueren en el mundo por esa causa.
SUDÁFRICA, COMPROMETIDA CON LA LUCHA
Para el ministro de Salud de Sudáfrica, Aaron Motsoaledi, "el Plan Mundial para Detener la Tuberculosis traza un muy necesario proyecto para reducir a la mitad las muertes mundiales por tuberculosis".
"En Sudáfrica hemos emprendido un ambicioso programa para reducir el número de víctimas de la tuberculosis en nuestra población y nos hemos comprometido a alcanzar las metas del Plan Mundial. Llamamos a los líderes mundiales a invertir en ese plan, que puede ayudarnos a liberar al mundo de la tuberculosis", ha señalado.
Aunque la tuberculosis se puede curar, el tratamiento obliga a combinar varios medicamentos durante seis meses, como mínimo. Los laboratorios de la mayoría de los países siguen utilizando un método de diagnóstico desarrollado hace un siglo, consistente en buscar el bacilo de la tuberculosis en el esputo con ayuda de un microscopio. Todavía no hay ninguna vacuna que prevenga la tuberculosis pulmonar, la forma más común de esta enfermedad.
En 2006 la Alianza Alto a la Tuberculosis lanzó el Plan Mundial para Detener la Tuberculosis 2006-2015. La nueva hoja de ruta para 2011-2015 se basa en ese plan anterior, pero cuenta con nuevas metas, más ambiciosas.