GINEBRA 24 May. (Reuters/EP) -
Los ministros de Salud de 193 países de todo el mundo aprobaron este viernes un inusual código de conducta a nivel global para prevenir la fuga de médicos y enfermeros de los países empobrecidos, en los que supone un enorme esfuerzo formar a un sanitario y donde existe un importante déficit importante de ellos.
Se trata del segundo código voluntario y no vinculante que se aprueba en el seno de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en toda la historia del organismo. Los países miembro llevaban más de seis años negociando para tratar de poner freno al éxodo de trabajadores sanitarios en 60 de los países con menor índice de desarrollo.
"Habéis alcanzado acuerdos muy importantes sobre asuntos que son un verdadero regalo para la salud pública de todo el mundo. Gracias a todos los esfuerzos realizados esta noche, ahora tenemos un código de conducta sobre el reclutamiento internacional de personal sanitario", indicó la directora de la OMS, Margaret Chan, durante su discurso de clausura de la asamblea anual de los ministros del organismo.
Estados Unidos, el mayor importador de médicos y enfermeros, ha anunciado un firme apoyo al código de conducta, en el que las naciones enriquecidas se comprometen a anteponer principios éticos a criterios económicos, y a aumentar las ayudas para la formación de médicos en los países con menos recursos.
"Reconocemos la grave escasez de personal sanitario cualificado en los países más pobres del mundo (...) y estamos comprometidos a proporcionar la ayuda que necesitan", señaló Nils Daulire, director de asuntos globales del Departamento de Salud y Servicios Sociales del Departamento de Estado de Estados Unidos, quien encabezaba la delegación estadounidense en la asamblea anual de la OMS, que se celebró desde el pasado lunes en Ginebra.
Los países de África subsahariana, que tienen los índices más elevados del mundo de natalidad y de mortalidad materna, cuentan apenas con el 3 por ciento de los trabajadores sanitarios, según la OMS. Además, miles de ellos prefieren, cada año, aceptar ofertas de trabajo en otros países en los que reciben mejores salarios y en los que cuentan con mayores oportunidades para sus familias.
Las negociaciones para la consecución del pacto comenzaron en 2004, pero ahora ha sido posible cerrarlo debido a que la actual Administración de Estados Unidos ha disminuido considerablemente las trabas impuestas por el anterior Gobierno norteamericano, según un miembro del departamento de recursos humanos para la salud de la OMS, Jean Marc Braichet.
Cerca de 57 países, 36 de ellos en África y el resto pertenecientes en su mayoría al sudeste asiático, carecen de trabajadores sanitarios cualificados, según datos de la OMS. En todo el mundo hay cerca de 60 millones de profesionales --incluyendo médicos, enfermeros, farmacéuticos y técnicos de laboratorio--, pero se necesitan con urgencia otros 4,2 millones.
"Decenas de miles de profesionales sanitarios son reclutados por otros países cada año", señaló Braichet.
Los países industrializados, en los que sus envejecidas poblaciones requieren cada vez de más médicos, reclutan profesionales cualificados en las naciones empobrecidas, para los que supone una auténtica sangría perder sus preciados trabajadores, cuya formación requiere un auténtico esfuerzo económico y académico. Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino Unido y Nueva Zelanda son los mayores captadores de sanitarios procedentes de países en desarrollo.