MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado este miércoles su primera directriz para mejorar la atención a mujeres embarazadas con anemia de células falciformes cuyo número de casos mundiales ha crecido un 40 por ciento en los últimos 25 años hasta afectar a 7,7 millones de personas, siendo causante de más de 375.000 muertes anuales.
Entre las 20 recomendaciones incluidas en el texto se destacan la suplementación con ácido fólico y hierro, incluidos ajustes para zonas endémicas de malaria; el manejo de las crisis de células falciformes y alivio del dolor; la prevención de infecciones y coágulos sanguíneos; el uso de transfusiones de sangre profilácticas; y el seguimiento adicional de la salud de la mujer y del bebé durante todo el embarazo.
Los trastornos sanguíneos hereditarios como la anemia de células falciformes se intensifican durante el embarazo, como consecuencia de una mayor demanda de oxígeno y nutrientes, y las mujeres con esta enfermedad tienen una probabilidad de muerte materna de cuatro a once veces mayor que las que no la padecen, así como más posibilidades de sufrir complicaciones, según el documento.
"Esta nueva directriz busca mejorar los resultados del embarazo para las mujeres afectadas. Ante el aumento de la anemia de células falciformes, se necesita urgentemente más inversión para ampliar el acceso a tratamientos basados en la evidencia durante el embarazo, así como al diagnóstico y la información sobre esta enfermedad desatendida", ha afirmado la directora de Salud Sexual y Reproductiva e Investigación de la OMS y del Programa Especial de las Naciones Unidas para la Reproducción Humana (HRP), la doctora Pascale Allotey.
Tras ello, ha resaltado que las mujeres que estos trastornos que reciban una atención médica de calidad pueden tener embarazos y partos "seguros y saludables", motivo por el que la OMS ha querido proporcionar una serie de recomendaciones que sean "relevantes" para países de altos ingresos y para aquellos de bajos y medios ingresos, que es donde más casos y muertes relacionadas se producen.
A pesar de que la enfermedad es más prevalente en las regiones endémicas de malaria, en particular en África subsahariana, o de zonas como Oriente Próximo, el Caribe y el sur de Asia, las guías actuales se basaban principalmente en protocolos de países de altos ingresos.
La guía señala la necesidad de involucrar a personal capacitado y con experiencia en su equipo de atención, como hematólogos, matronas, pediatras y ginecólogos-obstetras.
El documento también destaca la importancia de brindar una atención "respetuosa e individualizada", así como adaptada a las necesidades, al historial médico y a las preferencias de cada mujer, de forma que se combata el estigma y la discriminación en los entornos sanitarios.
"Es fundamental que las mujeres con anemia de células falciformes puedan hablar sobre sus opciones de atención al inicio del embarazo, o idealmente antes, con profesionales de la salud cualificados", ha afirmado la directora médica y autora principal de la guía, la doctora Doris Chou.
Asimismo, ha subrayado que esto facilita una toma de decisiones "informadas" sobre las opciones de tratamiento a seguir o adoptar, así como el acuerdo sobre cómo abordar posibles complicaciones, con el fin de optimizar los resultados para la mujer, su embarazo y su bebé.
Por último, la OMS ha lamentado que, a pesar de tratarse de una enfermedad con una creciente prevalencia mundial, sigue recibiendo una financiación e investigación "insuficientes", aunque ha reconocido una mejora de las opciones de tratamiento para la población general.