La OMS pide a los profesionales sanitarios que no participen en la mutilación femenina

Actualizado: miércoles, 6 febrero 2013 15:08

MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

Con motivo del Día Mundial de Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, que se celebra este miércoles, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a los profesionales sanitarios que no participen en esta práctica, consistente en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos, con graves efectos para la salud, y que, según alerta, se realizada en un 18 por ciento por profesionales sanitarios.

Así, muestra su "especial preocupación" por el aumento de esta intervención a manos de personal médico capacitado, y ha recordado que está reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las niñas y las mujeres.

Actualmente, cerca de 140 millones de niñas y mujeres en todo el mundo están viviendo con las consecuencias de la mutilación genital femenina, siendo más común en el oeste, este y noreste regiones de África, en algunos países de Asia y Oriente Medio, y entre los emigrantes de estas áreas.

Asimismo, recuerda que "no hay beneficios para la salud, sólo daño". Las complicaciones inmediatas pueden incluir dolor severo, choque, hemorragia (sangrado), el tétanos o sepsis (infección bacteriana), retención de orina, llagas abiertas en la región genital y lesión de los tejidos genitales vecinos.

A largo plazo pueden sufrir vejiga recurrente y las infecciones del tracto urinario, quistes, infertilidad, un mayor riesgo de complicaciones en el parto y muerte del recién nacido, y la necesidad de cirugías posteriores.

La organización trabaja desde hace más de una década a favor de la eliminación de la mutilación genital, tratando de fortalecer la respuesta del sector salud: directrices, formación y políticas para garantizar que los profesionales de la salud pueden brindar atención médica y psicológica a estas niñas y mujeres.

Por otra parte, promueve la adquisición de conocimientos sobre las causas y consecuencias de la práctica, la forma de eliminarla, y cómo cuidar de aquellas que la han sufrido; y el desarrollo de publicaciones y herramientas de sensibilización a los esfuerzos internacionales, regionales y locales para poner fin a la mutilación genital en una generación.