MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha animado a todos los países a aumentar la sensibilización sobre la prevención del suicidio y desarrollar estrategias integrales con un enfoque de salud pública para reducir estas muertes.
Con motivo del Día Mundial para la prevención del suicidio que se celebra este jueves, 10 de septiembre, este organismo de Naciones Unidas ha recordado que esta práctica es uno de los ejes prioritarios del plan de acción de salud mental 2013-2020, que entre otras cuestiones propone reducir las tasas nacionales de suicidios en un 10 por ciento para el año 2020.
Sin embargo, lamentan, actualmente hay muy pocos países que incluyan la prevención del suicidio entre sus prioridades sanitarias y sólo 28 han desarrollado una estrategia nacional para abordar este problema.
Asimismo, la OMS lamenta la falta de datos sobre suicidios e intentos de suicidios ya que sólo 60 países disponen de un registro de calidad que sirva para elaborar estadísticas y evaluar la evolución del problema.
Según las últimas estimaciones de este organismo, cada año más de 800.000 personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo a nivel mundial.
Aunque suele producirse a cualquier edad, un estudio de 2012 muestra como en personas de 15 a 29 años era la segunda causa de muerte a nivel mundial. Además, se trata de un fenómeno global ya que hasta el 75 por ciento se dieron en países de medianos y bajos ingresos.
No obstante, recuerdan que "se trata de un grave problema de salud pública que es prevenible mediante una serie de intervenciones multisectoriales".
Entre las medidas a adoptar, la OMS aboga por limitar el acceso a los principales métodos empleados para el suicidio, como los plaguicidas, las armas de fuego y alguno medicamentos; ofrecer una información responsable en los medios de comunicación; y favorecer el diagnóstico precoz y tratamiento de personas con un problema de salud mental, abuso de sustancias o un dolor crónico.
También es necesario fomentar políticas encaminadas a reducir el consumo abusivo de alcohol, formar al personal sanitario para evaluar y gestionar conductas suicidas, y hacer un seguimiento a aquellas personas que han intentado suicidarse y ofrecerles también apoyo comunitario.
"El suicidio es un problema complejo y las actividades de prevención exigen la coordinación y colaboración de múltiples sectores de la sociedad, incluidos el sanitario, educativo y laboral", asegura la OMS.
El estigma, particularmente en torno a los trastornos mentales y el suicidio, hace que muchos no busquen ayuda para quienes han intentado quitarse la vida o piensan hacerlo. Además, la OMS lamenta que la prevención no se ha abordado de forma adecuada por tabú que existe en muchas sociedades a hablar de ello abiertamente.