MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha solicitado a los parlamentos de todos los países aprobar medidas políticas y legales para garantizar la cobertura sanitaria universal en el año 2030, como así se ha establecido en una resolución aprobada en la 141 Asamblea de la Unión Interparlamentaria (UIP) en Belgrado (Serbia).
"La cobertura universal de salud es una opción política. El mes pasado, los líderes mundiales manifestaron su disposición a tomar esa decisión. Ahora es el momento de convertir esos compromisos en resultados de salud", ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La resolución, que busca acelerar el progreso de UHC para hasta 5.000 millones de personas que actualmente se estima que carecen de acceso a servicios de salud esenciales, llega sólo un mes después de que los jefes de estado acordaron una declaración política de alto nivel de las Naciones Unidas sobre UHC en Nueva York (Estados Unidos).
"Los parlamentarios tienen un papel vital que desempeñar para que esto suceda. Porque son los parlamentarios quienes aprueban leyes y asignan fondos. Son los parlamentos los que hacen que el gobierno rinda cuentas por los compromisos asumidos y forjan las alianzas que ayudan a los países a hacer realidad la cobertura sanitaria universal", ha dicho Adhanom Ghebreyesus.
Al igual que la declaración de las Naciones Unidas, la resolución ha destacado la importancia de garantizar una Atención Primaria de salud sólida (la provisión de servicios de salud esenciales a nivel comunitario) y fortalecer los sistemas de salud. También ha destacado el papel que pueden desempeñar los sistemas y servicios de salud sólidos para garantizar la seguridad sanitaria mundial.
Y es que, tal y como ha recordado la OMS, solo cuando los grupos más vulnerables obtienen atención médica un país puede proteger a su gente y evitar que los brotes se conviertan en epidemias. En este sentido, la resolución incluye un fuerte enfoque en la salud de las mujeres, niños y adolescentes, incluida la salud sexual y reproductiva, como un componente clave de la cobertura universal de salud.