MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una Comisión de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), presentó hoy un informe de recomendaciones pidiendo a las multinacionales del sector farmacéutico su colaboración para renunciar a parte de sus cuantiosos beneficios a favor de hacer más accesibles sus medicamentos y vacunas.
Así, en el documento titulado 'Salud Pública, Innovación y Derechos de Propiedad Intelectual', se especifican varias acciones 'clave' que podrían ser la 'llave' para que los habitantes de los países más pobres tengan acceso a nuevos productos y diagnósticos, prevención y tratamientos, en especial para las enfermedades que más les afectan como la pandemia del VIH/Sida.
Casi la mitad de los habitantes que sobreviven en las áreas más pobres del planeta, como África o Asia tiene vetado por sistema el acceso a medicinas esenciales porque no pueden hacer frente a su precio o porque los sistemas sanitarios de sus países son demasiado pobres para adquirirlos y facilitárselos.
Además del acceso a los medicamentos ya existentes, algunos productos sanitarios nuevos, específicamente concebidos para algunas enfermedades, tienen un precio desproporcionado con respecto a las rentas medias de los habitantes de estos países, que simplemente no pueden plantearse su adquisición si no se desarrolla un mercado más sostenible y adaptado a sus necesidades y economías.
Precisamente, la relación entre los derechos de propiedad intelectual, la innovación y la salud pública está en el corazón del debate de este asunto, señala la OMS. El informe es el resultado de dos años de trabajo y análisis sobre cómo los Gobiernos, la industria, los científicos, las leyes internacionales y los mecanismo de financiación pueden trabajar conjuntamente para mejorar esta situación.
"Ha llegado el momento de afrontar este problema desde un punto de vista global, y ahora tenemos una oportunidad única para hacerlo", explica la responsable de esta Comisión de expertos, Ruth Dreifuss.
"Ahora tenemos más medios, más dinero y potencial disponible, más posibilidades de utilización de la capacidad científica de los países desarrollados y de las nuevas instituciones fruto de la colaboración público-privada", añade.
"Este informe demuestra claramente que debemos construir conjuntamente nuevas oportunidades para que los países más pobres tengan el mismo nivel de acceso a los tratamientos para cualquier enfermedad y poder cubrir sus necesidades relacionadas con nuevos tratamientos, vacunas y diagnóstico "hoy y no mañana", porque su futuro "es crítico". Este estudio es "un mapa" para dirigirse por ese camino, añade Dreifuss.
El informe ha sido encargado a esta Comisión por la Asamblea Mundial de la Salud, el máximo órgano de la OMS, formado por representantes de 192 países y cuyo director general, Lee Jong Wook, la creó bajo el nombre de 'Comisión de Derechos de la Propiedad Intelectual, Innovación y Salud Pública' en febrero de 2004, incluyendo diez miembros estables y representantes de gobiernos, empresas, industria, coaliciones público-privadas, científicos, médicos, abogados y economistas.
Un grupo de trabajo intergubernamental se reunirá para analizar las conclusiones de esta investigación el próximo 28 de abril, y previamente a su Asamblea Anual, que tendrá lugar entre el 22 y el 27 de mayo próximo y donde decidirán cómo aplicar y hacer poner en práctica estas recomendaciones.