MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado luz verde al comienzo de la Semana Mundial de Concienciación sobre los Antimicrobianos 2022, que finalizará el próximo 24 de noviembre, y que tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de detener la resistencia a los antimicrobianos (RAM), la cual contribuye a más de 5 millones de muertes por infecciones bacterianas cada año.
La RAM se produce cuando las bacterias, los virus, hongos y parásitos ya no responden a los agentes antimicrobianos. Como resultado de la resistencia a los medicamentos, los antibióticos y otros agentes antimicrobianos se vuelven ineficaces y las infecciones se vuelven difíciles o, incluso, "imposibles" de tratar, lo que aumenta el riesgo de propagación de enfermedades, patologías graves y muerte.
Debido a que la resistencia a los antimicrobianos amenaza a los seres humanos, los animales, las plantas y el medio ambiente, la campaña lanzada por la OMS, bajo el lema 'Prevenir juntos la resistencia a los antimicrobianos', reúne a líderes y comunidades de varios sectores que trabajan para preservar los antimicrobianos y proteger la salud de las personas, plantas y animales.
Los fines son promover el uso responsable de los antimicrobianos; fortalecer la prevención y el control de infecciones en los establecimientos de salud, las granjas y las instalaciones de la industria alimentaria; garantizar el acceso equitativo a las vacunas, el agua potable, el saneamiento y la higiene; implementar las mejores prácticas en la producción de alimentos y agricultura; y garantizar una gestión adecuada de los residuos y las aguas residuales en las industrias pertinentes.
La Semana Mundial de Concienciación sobre los Antimicrobianos concluirá con la Tercera Conferencia Ministerial Mundial de Alto Nivel sobre Resistencia a los Antimicrobianos, organizada por el Sultanato de Omán, del 24 al 25 de noviembre de 2022.
La conferencia reunirá a ministros de salud, agricultura y medio ambiente para debatir el 'Manifiesto Muscat', el cual establece objetivos sobre la resistencia a los antimicrobianos, con indicadores para el uso de antimicrobianos tanto en el sector humano como en el animal.
Así, se plantea reducir la cantidad total de antimicrobianos utilizados en el sistema agroalimentario en al menos un 30-50 % del nivel actual para 2030; preservar los antimicrobianos de importancia crítica para la medicina humana, incluso poniendo fin al uso de antimicrobianos médicamente importantes para la promoción del crecimiento; y garantizar que los antibióticos del grupo 'Acceso' representen al menos el 60 por ciento del consumo total de antibióticos en humanos para 2030.