MADRID, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de Acceso a las Tecnologías de la Covid-19 (C-TAP, por sus siglas en inglés), una asociación para facilitar el intercambio de propiedad intelectual, conocimientos e innovaciones sobre dicha enfermedad, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha anunciado tres nuevos acuerdos de licencia adquiridos a través del Medicines Patent Pool (MPP), entre los que se incluye un acuerdo con España a través del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
En concreto, el CSIC ha compartido una segunda licencia para un prototipo de vacuna Covid-19. El acuerdo incluye visitas a la planta y formación, asistencia directa y consultas continuas con los fabricantes receptores, incluso sobre cuestiones de calidad y reglamentación.
La presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, ha afirmado que este acuerdo "abre la posibilidad de encontrar socios en terceros países para avanzar en los ensayos clínicos con esta vacuna como futura alternativa a las opciones de vacunas Covid autorizadas en todo el mundo, especialmente en países de escasos recursos".
Por otro lado, la OMS también ha llegado a un acuerdo con Medigen Vaccine Biologics Corp, que ofrece su patente y conocimientos técnicos para una vacuna Covid-19 de la que se han administrado más de tres millones de dosis en siete países.
Es la primera vez que un fabricante de vacunas utiliza el modelo C-TAP de la OMS, "una oportunidad beneficiosa para el fabricante, los receptores de la tecnología y, lo que es más importante, los pacientes necesitados de todo el mundo", según el organismo sanitario de las Naciones Unidas. El acuerdo permitirá la concesión de licencias de propiedad intelectual facilitando la transferencia de tecnología y la formación del personal.
"Creemos que la respuesta más eficaz a una pandemia debe basarse en la solidaridad, la cooperación y el esfuerzo colectivo mundial. Al unirnos a la iniciativa C-TAP, estamos proporcionando un acceso equitativo a nuestra tecnología de vacunas", ha apostillado el director general de Medigen Vaccine Biologics Corp, Charles Chen.
En tercer lugar, la Universidad de Chile está compartiendo su tecnología para un ensayo de Covid-19 para la cuantificación de anticuerpos neutralizantes.
"Para la Universidad de Chile, el logro de nuestros científicos es un motivo de orgullo y un estímulo para el avance de la investigación biomédica en nuestro país. Demuestra cómo la investigación de excelencia realizada a nivel internacional tiene la capacidad de ofrecer soluciones de alto impacto social en el campo de la salud. Agradecemos a todas las organizaciones que han hecho posible que la Universidad de Chile contribuya a la salud global", ha comentado por su parte la rectora de la Universidad de Chile, la profesora doctora Rosa Devés Alessandri.
El C-TAP fue puesto en marcha en mayo de 2020 por la OMS y el Gobierno de Costa Rica con el apoyo de 44 Estados Miembros, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Unitaid, ONUSIDA y asociados en la ejecución como el MPP. Fue diseñado para servir como una plataforma para que los desarrolladores de terapias, diagnósticos, vacunas y otros productos de salud Covid-19 compartan voluntariamente su propiedad intelectual, conocimientos y datos para acelerar la innovación tecnológica y ampliar la capacidad de producción mundial.
"La Covid-19 está aquí para quedarse, y el mundo seguirá necesitando herramientas para prevenirlo, realizar pruebas para detectarlo y tratarlo", ha dicho el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus. "A través del C-TAP, la OMS y sus asociados se han comprometido a poner esas herramientas al alcance de todos, en todas partes", ha añadido, para después agradecer "el liderazgo" mostrado por los titulares de licencias que han aportado tecnología.
Por su parte, el director ejecutivo del Medicines Patent Pool, Charles Gore, ha declarado que "el acceso a los medicamentos esenciales y a las tecnologías sanitarias debe seguir siendo una de las principales prioridades de la agenda sanitaria mundial".
"Durante el punto álgido de la pandemia de Covid-19, solo dos institutos de I+D de salud pública, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España y el Instituto Nacional de la Salud (NIH) de los Estados Unidos, decidieron compartir sus tecnologías clave de COVID-19 con el C-TAP", han recordado desde la OMS.
La incorporación de las tres nuevas licencias supone ahora un importante impulso al esfuerzo global. Las nuevas licencias son globales, transparentes y no exclusivas para todos los fabricantes, y pueden consultarse en el sitio web de C-TAP. Cabe destacar que la primera licencia, sobre una prueba serológica, dio lugar a una sublicencia del CSIC a Biotech Africa para desarrollar su tecnología de diagnóstico.
El C-TAP también ha creado una base de datos de acceso a la tecnología que permite realizar búsquedas. Con un principio de transparencia, esta base de datos de acceso público apoyará la coordinación y enlazará con otras plataformas de intercambio de datos en las que están disponibles datos clínicos, normativos, de patentes y de fabricantes para tecnologías seleccionadas.
La OMS se dispone a compartir los resultados de la revisión del C-TAP y una propuesta de modelo para un fondo común de acceso a la tecnología evolucionado. Las partes interesadas tendrán la oportunidad de formular observaciones sobre un documento conceptual que incluye el proceso y los plazos para su aplicación.