MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Alianza Mundial para Eliminar el Uso del Plomo en la Pintura, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha abogado, con motivo de la Semana internacional de prevención de la intoxicación por plomo, por promover nuevas medidas que eliminen el uso del plomo en la pintura por sus efectos nocivos sobre la salud.
Y es que, según las estimaciones de 2015 del Instituto de Sanimetría y Evaluación, la exposición a ese metal provocó 494.550 muertes y la pérdida de 9,3 millones de años de vida, ajustados en función de la discapacidad (AVAD), debido a los efectos prolongados del plomo sobre la salud, especialmente en los países en desarrollo.
Aunque los efectos perjudiciales del plomo son bien conocidos y muchos países han tomado medidas al respecto, la exposición al plomo, sobre todo en la infancia, sigue siendo un problema importante para los profesionales sanitarios y los responsables de la salud pública. Y es que, estas pinturas todavía pueden adquirirse fácilmente y se utilizan en muchos países con fines decorativos.
Precisamente, en su plan de actividades, la Alianza contra el Plomo en la Pintura se ha marcado la meta de conseguir que en 2020 todos los países cuenten con un marco normativo de ese tipo, con el fin de eliminar por completo, y de forma gradual, el uso de las pinturas con plomo.
En este sentido, en una encuesta efectuada por la OMS y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que coordinan conjuntamente la Alianza contra el Plomo en la Pintura, a 17 de febrero de 2017 sólo 64 gobiernos habían confirmado disponer de medidas jurídicamente vinculantes para el control de las pinturas con plomo.
Finalmente, el organismo ha recordado que eliminar las pinturas con plomo contribuirá al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relativos a reducir de cara a 2030 el número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos y la contaminación del aire, el agua y el suelo; y lograr en 2020 la gestión ecológicamente racional de los productos químicos y de todos los desechos a lo largo de su ciclo de vida, de conformidad con los marcos internacionales convenidos, y reducir significativamente su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo.