MADRID 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Organización Médica Colegial (OMC) ha elevado una queja formal al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), con copia al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y al Ministerio de Justicia, a propósito de los hechos ocurridos en relación a la suspensión del trasplante de órganos de la joven Belén Langdon, que falleció la semana pasada en la tragedia del Madrid Arena.
En su queja formal, la OMC solicita al CGPJ que investigue los hechos "a fin de depurar responsabilidades" y "tomándose en consecuencia la medidas necesarias que eviten el injusto acontecido en el caso expuesto".
En este sentido, quieren saber por qué después de que el Hospital 12 de Octubre solicitara autorización para el trasplante de órganos, tras el informe favorable para proceder a los trasplantes de hígado y riñones, el juez de guardia negó su autorización para "no interferir ni frustrar la averiguación de los acontecido ni poner en riesgo eventuales prácticas de prueba que en el futuro pudieran solicitarse".
En su escrito de queja, la corporación señala que "no es fácil encontrar criterio fundado para la negativa del juez" en el caso presente "basada seguramente en el celo del funcionario judicial", y afirma que esta actuación supone "un absoluto desprecio público y notorio a la vida humana, prevaleciendo la muerte a la vida de las personas posibles receptoras de los órganos de la fallecida Belén Langdon".
Además, la OMC resalta que el proceso de extracción de los órganos ya había comenzado e incluso el hígado se encontraba "preparado para ser implantado" en el futuro receptor y, asimismo se encontraban, además varias personas para recibir otros órganos, conforme a los protocolos establecidos al efecto que finalmente debieron anularse "con la consiguiente frustración de esperanzas, de toda naturaleza, para este tipo de enfermos en tan delicada situación clínica".
Por todo ello, confían en que la investigación en curso procesal no perjudique el derecho fundamental a la vida y a la salud "frente a la inutilidad de la muerte", y argumentan que, en el caso de Belén Langdon, aparte de estar durante cuatro días sometida a todo tipo de pruebas que han dejado abundante documentación y conclusiones clínicas, existía, además "la posibilidad, sin obviar el trasplante, de extraerse muestras biológicas dirigidas a alguna finalidad investigadora concreta".
"El resultado es que un acto de extrema generosidad, cual es la voluntad de Belén y de sus padres, dirigida a causar tanto bien, ha sido obstaculizado por una decisión judicial, quizás legítima, pero no demasiado acertada en este concreto caso y, en absoluto fundamentada y motivada", han argumentado.