MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Organización Médica Colegial (OMC), el doctor Jesús Aguirre, consideró hoy que es "impresentable" que a las puertas de los centros sanitarios haya médicos "con la bata blanca y un cigarro en la mano", ya que esto resta a los facultativos "credibilidad" a la hora de aconsejar al paciente, además de ser un "ejemplo negativo".
En el marco de la presentación de la "Guía de Buena Práctica Clínica en Abordaje del Tabaquismo", Aguirre, que recordó que los costes del tabaco alcanzaron los 6.870 millones de euros en el 2004, consideró necesario "sensibilizar" también a los médicos frente a esta adicción, ya que un facultativo que es fumador "no tendrá credibilidad a la hora de aconsejar al paciente".
"Es impresentable que en las puertas de los hospitales haya médicos con bata blanca y con un cigarro en la mano. Dan un ejemplo negativo a la población", afirmó el Aguirre, que recordó que los médicos son de los profesionales mejor valorados en la sociedad y que por esta razón, sus actos producen "mimetismo" en la sociedad.
Por su parte, el vicesecretario de la OMC, Francisco Toquero, explicó que el tabaquismo es una "epidemia silente", y que la "única forma de atajarla es a través de la intervención mínima en las consultas de Atención Primaria".
En este sentido, motivar a dejar de fumar a los pacientes atendidos en consulta "es una parte central e inherente a las tareas de un profesional sanitario". Por ello, la OMC edita el citado compendio, que pretende brindar a los profesionales estrategias de intervención en consulta que permitan que los fumadores dejen la adicción, además de prevenir el consumo en la sociedad.
El también coordinador de la Guía remarcó que la adicción al tabaco, que causa el 16 por ciento de las muertes anuales en España y en la que se inician 170.000 jóvenes cada año, es una "epidemia de considerables consecuencias" que supone un "reto sanitario de proporciones gigantescas".
Este es el motivo por el cual la organización, con el apoyo del Ministerio de Sanidad y Consumo y 'GlaxoSmithKline', impulsó esta edición para concienciar a los profesionales y brindarles las herramientas necesarias para que sus pacientes puedan abandonar el perjudicial hábito.
Para ello, la guía se divide en siete capítulos que ofrecen al profesional una serie de pasos a seguir para ayudar a los pacientes fumadores a dejar el tabaco. Dispone de estrategias de intervención breve e intensiva, tratamiento farmacológico y de situaciones especiales, entre otros.
Finalmente, Toquero agregó que la intervención tiene que ser "mucho más fuerte y estimulada", ya que el tabaco causa daño "al que fuma y al que no"; por lo que pide una ley "más rígida", y que prohibir fumar en lugares públicos cerrados sea "un pacto de estado".
INTERVENCIÓN
Toquero hizo hincapié en los dos primeros capítulos de la Guía, donde se exponen las etapas de evaluación y estrategias de intervención, tanto breve como intensiva. Aunque aclaró que la que promueve abandonar el hábito "de golpe y porrazo", es la que "más porcentaje de desintoxicación evidencia la literatura científica".
En ese marco, consideró imprescindible "quitarle al fumador esas frases comodín", como 'ya voy a dejar' o 'todavía soy joven', y "reforzarle las actitudes positivas".
En la estrategia de intervención intensiva, se establece un protocolo con seis o siete visitas de ayuda. La primera sería el día antes de dejar de fumar, le seguiría otra a los tres u ocho días de iniciar la deshabituación; a los quince días llega la denominada "fase de duelo", tras la cual se ubica la "fase de normalización", la "fase de consolidación" y, finalmente, el seguimiento al año de dejar de fumar.
La guía llegará a todos los médicos de Atención Primaria a través de la red de industria farmacéutica que dispone 'GlaxoSmithKline.