El perfil del profesional agredido es el de un hombre de 46 a 55 años, médico de AP y que trabaja en la sanidad pública
MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las agresiones a médicos en España aumentaron en un 9,2 por ciento en 2011 llegando a las 496, 45 casos más que el año anterior, la mayoría motivadas por "discrepancias" respecto a la atención recibida(38%) --porcentaje que sube respecto a 2010-- o porque el profesional se negó a recetar el medicamento pedido por el paciente (13%).
Son datos del último informe del Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC), presentado este jueves, Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, por el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín; el secretario general de la OMC, Serafín Romero, y el coordinador del Observatorio de Agresiones, José Alberto Becerra.
Según este documento, elaborado con datos de los 52 colegios de médicos del país, que representan a 225.000 facultativos, otras causas de agresión serían el tiempo de espera a ser atendido (8%) y el malestar por el funcionamiento interno del centro (5%), según ha señalado el secretario general de esta organización.
El 22 por ciento de estas agresiones producen lesión, frente al 78 por ciento que se traducen en agresiones verbales o amenazas. Según el doctor Romero, "en 2011 aumentó el número de agresiones que acabaron en lesión respecto a 2010", año del primer estudio.
Respecto al agresor, en el 28 por ciento de los casos son familiares del paciente; el 27 por ciento de pacientes con cita previa y el 19 por ciento de pacientes no usuarios del centro donde se agredió.
El 56 por ciento no agredieron al facultativo por tener problemas psiquiátricos --que se dan en el 17 por ciento de estos agresores-- ni una enfermedad orgánica, que padecen el 18 por ciento; ni problemas con las drogas, que tienen un 9 por ciento de agresores.
MÁS AGRESIONES EN URGENCIAS EXTRAHOSPITALARIAS
Siguen siendo los hombres quienes sufren más agresiones, pues son el 53% (263) frente al 47% (233) de las víctimas mujeres. Esto ocurre en todas las comunidades autónomas, salvo en Extremadura, Asturias, País Vasco, Canarias y Cantabria, donde hay más médicas agredidas.
Por edad, el 44 por ciento de los actos violentos los sufren facultativos entre los 46 y los 55 años de edad, un colectivo que ha sufrido más agresiones en 2011 que el año anterior, según Romero.
También sufren más violencia los médicos que trabajan en Atención Primaria o urgencias extrahospitalarias, el 69 por ciento frente al 19 por ciento de las agresiones registradas en hospitales. Estos porcentajes son similares a los de 2010, a excepción de los casos en urgencias extra-hospitalarias, que fueron un 13 por ciento en 2011, aumentando respecto a 2010 hasta superar a las hospitalarias (12%).
Además, el facultativo agredido suele trabajar en la sanidad pública, que acapara el 89 por ciento de los casos, aunque las agresiones en la sanidad privada (11%) han aumentado ligeramente respecto a 2010, año en el que el 91 por ciento de las agresiones se registraron en la sanidad pública y el 9 por ciento en la privada.
Para valorar es cifras, apunta, hay que tener en cuenta también que cerca de 30.000 médicos colegiados trabajan en la sanidad privada --lo que representa un tercio del total--, frente a los entre 50.000 y 60.000 que compaginan su trabajo en la pública con la privada.
LA VIOLENCIA POR COMUNIDADES
Por autonomías, el mayor número de denuncias de agresión se ha dado en Andalucía (26%), seguida de Madrid y Valencia, ambas con un 14 por ciento, y de Cataluña, con el 11 por ciento de las denuncias.
Sin embargo, la situación varía si se cuantifican las agresiones por 1.000 colegiados por autonomías. Así, la mayoría de los casos se registrarían en Extremadura, con 6,5 casos por cada 1.000 colegiados, seguida de Andalucía, con 3,8 casos por 1.000 colegiados; y de Castilla y León, con 3,3 por cada 1.000 facultativos registrados.
Por provincias, el mayor número de agresiones denunciadas se concentra en Madrid, Barcelona, Valencia, Cádiz, Alicante y Málaga, una lista que también varía si se tiene en cuenta el número de agresiones por cada 1.000 colegiados, convirtiéndose así en las más conflictivas Segovia, Badajoz, Ávila, Cádiz, Jaén, León y Alicante.
De las agresiones notificadas al colegio de médicos, el 72 por ciento acaba en denuncia ante la justicia, pero el 25 por ciento no. También el 72 por ciento de los facultativos agredidos intentó, antes de acudir a su colegio oficial, realizar previamente diligencias con la administración sobre su caso.
Según el presidente de la OMC, la lucha contra la violencia en el ámbito sanitario es "de importancia capital", ya que no sólo se agrede a un profesional, se trata de una violencia "que deteriora la calidad de un servicio público".
"LA PUNTA DEL ICEBERG"
A su juicio, estos datos son sólo "la punta del iceberg", pues se quedan fuera las agresiones o insultos no denunciados. Por ello, considera imprescindible concienciar a la población contra estos delitos y que se tomen "medidas más enérgicas para combatirlos", homogeneizando las medidas legales a tomar en estos casos.
En la actualidad, sólo Andalucía, La Rioja, Castilla-La Mancha y País Vasco tienen acuerdos con la Fiscalía sobre estos delitos.
Considera que el aumento de las agresiones no está relacionado directamente con los recortes en la sanidad, que ya comenzaron en 2010, aunque su puesta en marcha "no vaya a ayudar" sobre todo a los médicos de AP, que son "los que dan la cara por el sistema sanitario y también las víctimas más frecuentes de estas agresiones".
Reconoce "no tener constancia" de que ningún parado de larga duración con una tarjeta sanitaria caducada haya agredido a ningún facultativo, ya que la atención médica no se le niega a nadie.
Por otra parte, admite que "le preocupa" que las listas de espera en la sanidad catalana hayan aumentado en un 43 por ciento, como anunció este miércoles el consejero Boi Ruiz, a pesar de que en este porcentaje se incluya tanto a pacientes que esperan una consulta como a los que se van a operar, pues "quien va a tener que dar la cara son los médicos, no los políticos o economistas que tomaron la decisión".