VALENCIA, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
La vicedecana de Odontología de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Carmen Llena, advirtió hoy de que el cambio en los patrones de alimentación, los deportes de riesgo y los malos hábitos infantiles son los principales enemigos de la salud bucodental, indicaron en un comunicado fuentes de la institución universitaria.
En este sentido, la especialista destacó que, si bien el verano y las vacaciones "no es el momento escogido por los españoles para ir al dentista", los que acuden a una consulta odontológica lo hacen para "poner a punto" su boca o por el aumento en verano de traumatismos dentales de origen, sobre todo por la práctica de deportes, especialmente en niños y adolescentes, añadió.
Llena aseguró que el consumo de bebidas y alimentos fríos en verano hace que "a aquellas personas proclives a tener sensibilidad dentaria, se les incremente dicha sensibilidad, producida a causa de caries o por otros motivos". La odontóloga apuntó a que existen medicamentos que puede ocasionar "fotosensibilidad cutánea" como antibióticos y otros fármacos de uso no específico en odontología.
Además, la especialista consideró un aspecto "importante" en el terreno bucal adoptar precauciones respecto a la exposición solar en verano ante el riesgo de lesiones en los labios, "especialmente el cáncer de labio". Así, aconsejó aplicar también sobre los labios pantallas protectoras, "al igual que se hace con el resto de la piel".
Para Llena, el cambio en los hábitos alimentarios genera grandes problemas de salud oral, ya que "cada vez se hacen dietas más blandas, muy ricas en hidratos de carbono refinados y grasas pero escasas en vitaminas y fibra", lo que ocasiona, según expuso, "con frecuencia" caries y alteraciones del desarrollo adecuado de la musculatura facial.
Por otro lado, los trastornos de la conducta alimentaria como la bulimia o la anorexia nerviosa ocasionan lesiones en la cavidad oral y sobre los dientes, según señaló, "por la erosión química que ocasiona el vómito habitual" en los tejidos blandos dada su acción erosiva, o por el propio efecto mecánico de introducir los dedos u objetos en la boca para provocar el vómito, añadió.
Sobre hábitos infantiles que pueden generar alteraciones destacó que "la costumbre de dar al niño el chupete endulzado o el biberón con líquidos azucarados a toda hora" provoca las llamadas "caries de biberón" que afectan sobre todo a los dientes anteriores superiores. Unos problemas que se suman a los ocasionados por los desórdenes en la alimentación, tanto en relación al ritmo horario como a los alimentos que el niño se acostumbra a comer.
Asimismo, la profesora del CEU Cardenal Herrera señaló que el uso del chupete más allá de los dos años, chuparse el dedo, mordisquearse el labio inferior, interponer la lengua entre los dientes al tragar o los problemas derivados de la dificultad para respirar adecuadamente por la nariz pueden ser causa de maloclusiones y deformaciones de los dientes y los músculos bucales que requerirán tratamiento de rehabilitación miofuncional y/o de ortodoncia.
TRATAMIENTOS ESTÉTICOS
La vicedecana afirmó además que "en los últimos años" se ha producido "un visible aumento" de la demanda de tratamientos estéticos bucales, motivados, a su juicio, por una sociedad "en la que priman unos determinados patrones estéticos, y una sonrisa bonita resulta más agradable", y el hecho de que los procedimientos terapéuticos orientados a lograr resultados estéticos "sean cada vez más exitosos y más abundantes".
Así, los tratamientos estéticos más demandados son el blanqueamiento dental, el uso de la cerámica por su similitud al color, tacto y textura de nuestros dientes, el uso de los composites (empastes blancos), la ortodoncia e incluso la inserción de brillantes en el diente.
Un alto porcentaje de los tratamientos de ortodoncia tienen una finalidad estética y, actualmente, en ese terreno existen avances que permiten realizarse con el mínimo de aparatología visible. Según Llena, los tratamientos de largo duración "que requerían hace unos años aditamentos muy aparatosos", actualmente son cada vez "más sencillos", incluso casi invisibles, explicó.
En el caso de los blanqueamientos dentales, la vicedecana de Odontología indicó que "son seguros si se realizan y supervisan por profesionales cualificados". De este modo, se refirió a algunos productos que se comercializan para el blanqueamiento dental sin supervisión del dentista, "que poseen graves riesgos para la salud debido a las altas concentraciones de peróxidos contenidas en su composición", mientras que otros son "falsamente blanqueadores" ya que ni por su composición ni por el tiempo de contacto con el diente pueden tener ningún efecto para aclararlo, aseveró.
"A diferencia de tópicos existentes en la sociedad" con los blanqueamientos dentales no se pierde esmalte", expuso la experta, y "tampoco se hace más blando" pero recordó que antes de realizarse un blanqueamiento "hay que garantizar la salud de las piezas, las encías y las mucosas" para determinar la indicación y el tipo de tratamiento más adecuado.
En este sentido, indicó que el paciente a la hora de escoger un centro estético debe "asegurarse de ciertas garantías". En primer lugar "condiciones higiénicas idóneas" y en segundo lugar "diagnósticos bien realizados y consejo terapéutico individualizado".
Siempre, aseguró la odontóloga, deben ofrecer una información "clara y perfectamente detallada de qué es lo que se nos va a hacer", así como qué expectativas podemos cubrir con ese tratamiento.