Ocho de cada 10 hipertensos con problemas cardíacos controlan mal su tensión y el 85% son obesos, según un estudio

Actualizado: viernes, 3 agosto 2007 15:46

MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

Ocho de cada 10 pacientes hipertensos con disfunción cardiaca presentan un mal control de las cifras de tensión arterial y hasta el 85% sufre obesidad, según el estudio 'Valycor', promovido por la Sección de Hipertensión Arterial de la Sociedad Española de Cardiología, financiado por Novartis Farmacéutica y cuyos resultados fueron publicados en la revista científica 'Hipertensión', según informó hoy la compañía en un comunicado.

El estudio 'Valycor', elaborado por 206 médicos de Atención Primaria y Especializada --cardiólogos e internistas-- sobre una muestra de 3.984 pacientes, muestra también que los pacientes hipertensos con disfunción cardíaca sufren una proporción alta de dislipemia (50%) y de diabetes mellitas tipo 2 (29%).

Según el doctor Pedro Morillas, del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de San Juan de Alicante y autor del estudio, la principal conclusión de 'Valycor' es "el pésimo control de las cifras de presión arterial en estos pacientes, que además son de alto riesgo cardiovascular". Por ello, a su entender, debemos "ser conscientes de la importancia de este problema ya que lleva asociada hipertensión, un mayor riesgo de diabetes y de hipercolesterolemia".

SÓLO UN 15% DE ESTOS ENFERMOS FUMA

Como dato positivo, destaca el bajo porcentaje de fumadores que existe entre estos pacientes de alto riesgo cardiovascular, lo que a juicio de los investigadores revela la alta concienciación de las negativas consecuencias del tabaco. Así, mientras que en España una de cada tres personas fuma --cerca del 30%--, entre los pacientes incluidos en el estudio, considerados de alto riesgo, el porcentaje se sitúa a la mitad (el 15% es fumador).

La insuficiencia cardiaca representa un serio y creciente problema sanitario en los países desarrollados. En España constituye la primera causa de ingreso hospitalario y es uno de los principales responsables del gasto sanitario. El incremento que experimenta esta patología se encuentra relacionado en gran parte con el progresivo envejecimiento de la población y el aumento de las enfermedades propias del anciano, entre ellas la hipertensión.

Entre el 50 y el 70% de los pacientes con insuficiencia cardiaca también sufre hipertensión arterial (HTA). Las directrices internacionales subrayan la necesidad de un tratamiento eficaz de la hipertensión para evitar sus complicaciones cardiacas. Sin embargo, el control actual de la hipertensión dista aún de ser el adecuado.

Por otra parte, el documento marca las diferencias asistenciales que se dan en el ámbito de la Atención Primaria y de la Especializada que pone de manifiesto los distintos perfiles clínicos de cada tipo de paciente: mientras que los atendidos en atención Primaria tienen una edad media más alta y un mayor porcentaje de diabetes, los atendidos por especialistas (especialmente cardiólogos) tienen mayores antecedentes de cardiopatía isquémica, insuficiencia renal y una hipertensión más severa.

Asumiendo estas diferencias, el doctor Morillas reconoce que "les ha llamado la atención que en los pacientes incluidos desde atención especializada el grado de control de los niveles plasmáticos de glucemia es peor que en atención primaria". "Esto supone un toque de atención al especialista para que nos responsabilicemos del control de la glucemia de estos pacientes", comentó.

MÁS MEDIOS PARA LA ATENCION PRIMARIA

Desde el punto de vista del diagnóstico, el médico consideró que "merece la pena destacar la baja accesibilidad de los médicos de Atención Primaria a técnicas diagnósticas como el ecocardiograma, una prueba muy valiosa para conocer el tamaño y el funcionamiento de las cámaras cardíacas y que va a tener implicaciones terapéuticas y pronósticas". El estudio revela que sólo el 15% de los pacientes atendidos en Atención Primaria disponen de un estudio ecocardiográfico realizado en el último año, muy inferior al de los pacientes incluidos desde Especializada (56%).

Para el experto, "la solución a esta carencia pasa por establecer una relación más estrecha con la atención especializada, que se elaboren protocolos comunes y que el médico de Primaria pueda solicitar directamente el ecocardiograma". "Otra de las opciones que se baraja es el uso de los ecocardiogramas portátiles, que pudieran estar disponibles en las consultas de Atención Primaria, siempre tras una formación adecuada", concluyó.