MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El número de suicidios en España comenzó a crecer de forma abrupta después de los meses de confinamiento domiciliario por la pandemia de COVID-19, entre marzo y abril de 2020, según un estudio publicado en la 'Revista de Psiquiatría y Salud Mental' y realizado por un equipo de investigación liderado por José Luis Ayuso-Mateos, jefe de grupo del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
En 2019, 3.671 personas se quitaron la vida en España y en 2020 la cifra ascendió a 3.941; aunque el número es mayor, no refleja una diferencia estadísticamente significativa, según los investigadores. Lo que sí llama la atención de estos investigadores es la tendencia de 2020, con bajadas y subidas pronunciadas en meses relevantes de la emergencia sanitaria.
Después del confinamiento, se produjo una subida pronunciada desde mayo (volviendo a valores normales sobre octubre), coincidiendo con las restricciones y con la eliminación de las mismas (a partir de octubre llegarían otras).
"Esta información pretende resultar útil a múltiples niveles. Por un lado, ayuda a poner de manifiesto la relevancia del suicidio como causa de muerte en España, lo que afecta a toda la población en lo relativo a vencer estigmas y pedir ayuda. Por otro, es una llamada importante para los organismos gubernamentales", destaca Andrés Pemau, investigador de Departamento de Personalidad, Evaluación y Psicología Clínica de la UCM.
Además, añade el psicólogo, "respecto a medios de comunicación, el estudio puede permitir tener datos más claros sobre el efecto de la pandemia en el suicidio, en lugar de subestimar o sobrestimar la magnitud del problema".
La investigación partía con la idea de conocer los datos de suicidio en España en el año 2020, en comparación con los del 2019, para poder entender mejor si la pandemia y las restricciones habían tenido un efecto sobre la conducta suicida en nuestro país.
Para llevar a cabo el estudio, se realizaron análisis estadísticos con cálculos de índices de mortalidad anuales y regresiones poissonianas a partir de los datos de defunción anuales del Instituto Nacional de Estadística.
El análisis reveló que en 2019 la tasa de suicidio se situaba en 8,3 por cada 100.000 habitantes y en 2020 ascendió a 8,9 por cada 100.000 habitantes. Cuando realmente empiezan a despuntar las conductas suicidas es a partir de mayo, cuando finaliza el confinamiento domiciliario decretado por el estado de alarma, y comienzan otras restricciones.
En el estudio también ha colaborado el grupo liderado por Víctor Pérez Sola, jefe de grupo del CIBERSAM en el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas.