NUEVA YORK (EE.UU), 30 (Reuters/EP)
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, en sus siglas en inglés) han registrado hasta el momento un total de 1.590 casos y 66 fallecimientos por el virus del Nilo Occidental, lo que representa la tasa más alta desde que el virus se detectará por primera vez en Estados Unidos en 1999.
"Parece que va a ser nuestro peor año en la historia", según ha reconocido el doctor Lyle Petersen, director de la división de enfermedades infecciosas de los CDC, que admite que la tasa está creciendo rápidamente y "los números seguirán aumentando".
De hecho, en una semana se ha pasado de 1.118 casos y 41 muertes hasta los 1.590 casos y 66 fallecimientos ya citados, lo que representa un incremento del 40 y 60 por ciento respectivamente.
El estado de Texas, que está siendo duramente golpeado por el virus, el número de casos confirmados ha ascendido hasta los 733, 197 más que la semana anterior, al tiempo que ya se han registrado 31 fallecimientos por esta causa.
Hasta el momento ya hay 48 estados (todos salvo Alaska y Hawai) que han notificado casos del virus del Nilo Occidental en aves, que actúan como huésped, y en mosquitos, que lo transmiten al picar a las aves y después a mamíferos como los humanos. Además, 43 estados presentan al menos un caso humano.
"En este punto se puede considerar que el virus es endémico en Estados Unidos", con la posible excepción de regiones de gran altura como las Montañas Rocosas, han añadido desde los CDC, dado que "hay riesgo en casi todas partes del país".
Sin embargo, hasta el momento más del 70 por ciento de los casos humanos han sido reportados en sólo seis estados: Texas, Dakota del Sur, Misisipi, Oklahoma, Luisiana y Michigan.
Petersen ha admitido también que sólo entre el 2 y 3 por ciento de los casos de fiebre causados por este virus son registrados por las autoridades sanitarias, por lo que sugiere que el número de casos real es podría ser entre 30 y 40 veces mayor al notificado.
Esto puede deberse a que en torno a un 80 por ciento de las personas infectadas no presenta síntomas, según dijo el doctor Robert Haley, del Centro Médico del Suroeste de la Universidad de Texas, en Dallas, en un estudio publicado la semana pasada en el 'Journal of the American Medical Association'.
Alrededor del 20 por ciento de las infecciones sólo causan síntomas leves, como dolores de cabeza y fiebre, dijo Haley.
En cambio, una de cada 150 personas infectadas con el virus desarrollan trastornos neurológicos como meningitis, encefalitis y otros síntomas como desorientación, discapacidad cognitiva, debilidad muscular y problemas de movimiento similares a los de la enfermedad de Parkinson.