MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los resultados de dos nuevos estudios del Laboratorio Hubrecht en Utrecht (Holanda) y del Centro de Medicina Molecular Max Delbrück en Berlín (Alemania) respectivamente apoyan la importancia de los microARN, una clase de moléculas pequeñas de ARN, en la evolución humana y su participación en el desarrollo de enfermedades. Las conclusiones de ambas investigaciones se publican en la edición digital de la revista 'Nature Genetics'.
Los microARN son moléculas pequeñas de una sola cadena de 22 nucleótidos y se cree que regulan la expresión de los genes al evitar que produzcan proteínas. Aunque se hallaron recientemente, los microARN se han descubierto en muchos genomas de animales y plantas y se cree que son cientos, o posiblemente miles, en el genoma humano.
Los científicos del Laboratorio Hubrecht en Utrecht (Holanda) aplicaron una nueva técnica de secuenciación desarrollada el pasado año para examinar los microARN complementarios del cerebro fetal humano y del cerebro adulto de los chimpancés.
Identificaron 447 nuevos microARN, que son más del doble de la diversidad conocida de microARN. Más de la mitad de los microARN humanos se conservaban sólo en los chimpancés y no se encuentran en otros organismos, lo que sugiere su reciente origen evolutivo. Hasta un 8 por ciento de los microARN eran específicos de los humanos y esta especificidad podría indicar posibles roles en la evolución del cerebro humano.
El estudio de los investigadores del Centro de Medicina Molecular Max Delbrück en Berlín (Alemania) utilizó datos públicos sobre variaciones en el genoma humano llamadas 'polimorfismos de nucleótido simple' (SNP, según sus siglas en inglés). Los investigadores estaban interesados en saber si los SNP se producen en ubicaciones de actuación del microARN y si esto era así si existía alguna evidencia de que la selección natural actuaba para mantener estas ubicaciones.
Los científicos analizaron 384 SNP en lugares de actuación de microARN y descubrieron que la variación en estos lugares entre individuos era menor de la observada en las regiones control, lo que sugiere una presión selectiva para conservar las secuencias de estas ubicaciones de actuación.
Los autores deducen que el 85 por ciento de estas ubicaciones de actuación del microARN son funcionales y sugieren que los SNP que intervienen en tales ubicaciones podrían participar en las enfermedades humanas.