Un nuevo sistema tecnológico permite a los médicos controlar a distancia a los pacientes con problemas del corazón

Actualizado: lunes, 18 septiembre 2006 17:16

VALENCIA 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y del Instituto Valenciano Pro-Corazón en colaboración con hospitales de la Comunitat Valenciana y la empresa Mercé S.L. han creado un nuevo sistema tecnológico que permitirá a los médicos controlar a distancia la actividad y rehabilitación de pacientes con problemas del corazón. El invento, denominado 'Asistente Cardiológico Autónomo', fue presentado hoy en la XXXIII edición del Congreso Mundial Computers Cardiology que acoge Valencia hasta el 20 de septiembre. En el acto, el presidente de Pro-Corazón, Rafael Rodríguez, explicó que este sistema proporcionará a los pacientes "más autonomía, control y seguimiento" y a los médicos "más información sobre el paciente".

El Asistente Cardiológico Autónomo está compuesto por un cinturón inteligente con sensores que registran las señales electrocardiográficas y biológicas del paciente --que lo lleva puesto-- y las envía inalámbricamente a una PDA o a un teléfono móvil, en los que se monitorizan estas señales. Así "avisan al paciente si se presenta alguna anomalía y le dan consejos por si ha de cambiar de actividad o parar", señaló el profesor del Centro de Investigación e Innovación de Bioingeniería de la UPV de Valencia, Javier Saiz. Se espera que "a finales de este año o a primeros del que viene sea de uso mayoritario", apostilló Rodríguez.

Al mismo tiempo, "están permanentemente en contacto y vigilados por un Call Center (centro de control) allá donde se encuentren, y éste mandará una señal de alarma, si se produjera, al fisioterapeuta, al cardiólogo o al médico familia que sigue la recuperación del paciente", continuó.

Asimismo, resaltó que es un instrumento "personalizado cuyo sistema de diagnóstico informático se adapta a la patología de cada paciente e incluso se adapta a personas con discapacidad". De este modo, las alarmas pueden ser a través de mensajes sonoros, imágenes o vídeo.

Otra característica es la interactividad y participación del propio paciente, "como recomienda la Unión Europea". De este modo, el sistema "pregunta al paciente cómo se encuentra o si tiene algún malestar, y adapta los ejercicios en función de su situación diaria", comentó Saiz. A su vez, el Asistente Cardilógico Autónomo "hace recomendaciones durante la actividad física para llevar una vida saludable, recordando el tipo de dieta adecuada y otros hábitos", destacó Rodríguez.

Por otra parte, el paciente puede imprimir el registro de sus actividades en su propio ordenador y llevar al médico el seguimiento de todo lo ocurrido en los meses que pasan entre cada visita, así como mandar la información a través de Internet o de telefonía a un centro de datos que lo redirecciona, tras analizarla, a médicos y cardiólogos "que dispondrán de todas las incidencias registradas para establecer un diagnóstico más concreto", insistió Rodríguez.

Por su parte, el paciente "se siente más seguro, se quita miedos a la hora de realizar una actividad física, ya que el programa le acompaña, le asesora haciéndole sentir supervisado aunque de manera más autónoma" por lo que "mejora su calidad de vida, su integración social y lleva una vida más activa, que es lo que buscamos", apuntó el presidente de Pro-Corazón. Además, dijo, "esto incide en el cumplimiento de la rehabilitación ya que el sistema se comporta como un educador que le ayuda, estimula y recuerda temas de salud, de medicación y autocuidado para vivir la vida y con mejor calidad".

Rodríguez recordó que en la Comunitat, "salen de los hospitales unos 2.200 pacientes vivos al año tras un infarto de miocardio y hay que sumar los operados del corazón, los que llevan marcapasos, los de insuficiencia cardíaca y los que tienen enfermedades congénitas del corazón, que se acumulan y que hay que supervisar".

En este sentido, aseguró que con el Asistente Cardiológico Autónomo "se les da cierto grado de asistencia, tranquilidad y autonomía". Además, dijo que "ya se han hecho pruebas en centros de rehabilitación" y que "esperan" que "a finales de este año o a primeros del siguiente sea de uso mayoritario".

Finalmente, Saez apuntó que este trabajo, fruto de dos años y medio de investigación, tiene "un objetivo secundario --posterior a la aplicación médica-- más amplio y económico que pretende aplicarlo a personas que hacen ejercicio y deportistas", concluyó.