Un nuevo método dilucida médicamente cuando debe extirparse el pecho sano si el otro tiene cáncer

EP
Actualizado: lunes, 26 enero 2009 23:00

HOUSTON, 26 Ene. (OTR/PRESS) -

Tras contraer cáncer de mama, extirpar el pecho sano no siempre es necesario. Un nuevo estudio ayudará a determinar qué pacientes pueden evitar la mastectomía de ambas mamas y optar por otros tratamientos de prevención. Y es que eliminar la mama no afectada puede ser sólo necesario en pacientes que, tras una evaluación de los antecedentes médicos y de la patología del cáncer, tienen características de alto riesgo, como una historia lobular invasiva o varios tumores en la mama.

Según los investigadores del Anderson Cancer Center de la Universidad de Texas, aproximadamente el 2,7% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama eligen una masectomía profiláctica contralateral (CPM). Además, las estadísticas recientes han demostrado que esta tasa ha aumentado en un 150% entre 1998 y 2003 en Estados Unidos. Las razones de los pacientes con cáncer de mama para someterse a la MPC se centra en la reducción de riesgos, la vigilancia y la difícil reconstrucción de la simetría y el equilibrio.

"A menudo, las mujeres consideran la masectomía profiláctica contralateral (CPM) no por recomendación médica sino porque teme que se expanda el cáncer", explica Kelly Hunt, autor principal del estudio y profesor de Oncología Quirúrgica. "Actualmente es muy difícil identificar qué pacientes están en riesgo suficiente para beneficiarse de este procedimiento agresivo e irreversible. Nuestro objetivo es determinar las características que definen a estos pacientes de alto riesgo para informar mejor en las futuras relaciones relacionadas con el CPM".

Para empezar a clasificar estos factores de riesgo, los investigadores revisaron los casos de 542 mujeres con cáncer de mama que se sometieron a una masectomía de ambas mamas entre enero de 2000 y abril de 2007. De este estudio, 435 pacientes no mostrarían ninguna patología anormal en la mama sana, 25 pacientes tenían cáncer en la mama contralateral y en 82 se descubrieron células anormales que indican un alto riesgo para el desarrollo de cáncer de mama contralateral en el momento de la cirugía.

FACTORES ÚTILES E INDEPENDIENTES

Un análisis más detallado de los pacientes con cáncer de mama contralateral reveló que el riesgo de Gail a 5 años era de 1,67%. Asimismo, una historia lobular invasiva y varios tumores en la mama fueron factores predictores para el cáncer de mama contralateral. Por el contrario, el estado del receptor de estrógeno y la progesterona, o la raza del paciente no se asociaron con un mayor riesgo.

"Hemos pasado de tener muy poca información sobre los beneficios de este procedimiento a identificar factores de riesgo independientes e importantes", explica Hunt. "Cada uno proporciona una valiosa visión de cómo puede una mujer desarrollar la enfermedad en su otro seno y permite a los médicos recomendar a un paciente la CPM", añade.

El modelo de Gail, normalmente utilizado para los pacientes sin cáncer de mama, evalúa factores como la edad, el número y resultados de las biopsias de mama anteriores, la edad del primer hijo o el número de parientes de primer grado con cáncer de mama. Este modelo ha sido validado en varios estudios para calcular el riesgo de desarrollar un cáncer de mama invasivo en los próximos cinco años. Según sus conclusiones, publicadas en 'Cancer' y recogidas por otr/press, los médicos pueden ayudar a predecir la probabilidad de que los pacientes desarrollen cáncer en la otra mama (cáncer contralateral) y evaluar las posibilidades de tratamiento.

"Siempre hemos conocido que el riesgo de cáncer de mama contralateral no es el mismo para todas las mujeres, y no es necesario realizar masectomías preventivas rutinarias", explican los investigadores. Asimismo, señalan que, al aclarar los factores de riesgo específicos, el número de mujeres que se somete a una MPC puede disminuir y que las personas con un riesgo bajo o moderado puede acceder a opciones menos extremas para la reducción de riesgos, como la terapia hormonal o nuevos agentes para la prevención del cáncer de mama.