MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una nueva vacuna contra el herpes zóster, todavía en fase de aprobación, reduce en un 55 por ciento las posibilidades de desarrollar la enfermedad y evita en un 65 por ciento los problemas de dolor que genera esta infección.
Así lo expuso hoy el doctor Carlos Rodríguez Pascual, del Servicio de Geriatría del Hospital Mexoeiro de Vigo, en una mesa redonda del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG), en la que se abordó el papel fundamental de las vacunas a la hora de prevenir la enfermedad de las personas mayores.
Según el especialista, existen tres vacunas esenciales para las personas mayores: gripe, neumococo y tétanos. La próxima vacuna que podría sumarse a este trío recomendado por la SEMEG sería la del herpes zóster, una enfermedad que afecta al 25% de la población a lo largo de su vida y al 50% de las personas que llegan a los 80 años.
Suele aparecer a partir de los 50 años y en las personas mayores de 65 provoca un importante descenso de su calidad de vida, sobre todo por el dolor asociado a esta infección, comentó Rodríguez Pascual. La varicela y el herpes zóster son causados por el mismo virus. "Todo aquel que haya superado la varicela es susceptible de padecer un herpes zóster. Este virus queda latente y lo controla nuestro sistema inmunológico. Sin embargo, a partir de una determinada edad y coincidiendo con un descenso de las defensas inmunológicas, puede reactivarse", explicó.
Además de la propia lesión cutánea del herpes, este virus provoca un intenso dolor y en el 20 por ciento de los casos el paciente puede padecer neuralgia postherpética, aunque este porcentaje puede aumentar con la edad, según el especialista. "Esta complicación -añadió- afecta al territorio nervioso invadido por el herpes. Se manifiesta por dolor o hipersensibilidad de la piel". Sin embargo, los datos expuestos por el doctor revelan que esta vacuna reduce los casos de neuralgia en un 61% y el sufrimiento global asociado a esta enfermedad en un 60%.