LONDRES, 5 Jul. (Reuters/EP) -
Una investigación realizada por expertos de Reino Unido, Estados Unidos y Suecia, basada en la revisión de trabajos anteriores, asegura que "no existen evidencias convincentes" sobre la existencia de una relación entre el uso de móviles y la aparición de tumores cerebrales.
Asimismo, estos especialistas han señalado que tampoco existirían mecanismos biológicos establecidos a través de los cuales las señales de radio de los teléfonos móviles podrían generar los tumores.
Según señalan los autores en 'Environmental Health Perspectives', "aunque sigue habiendo cierta incertidumbre, la tendencia en la evidencia acumulada es cada vez mayor contra la hipótesis de que el uso de móviles pueda causar tumores cerebrales en los adultos".
Este último informe se publica dos meses después de que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (IARC, sigla en inglés) decidiera que el uso de móviles debía clasificarse como "posiblemente cancerígeno para los seres humanos".
Para Anthony Swerdlow, del Instituto de Investigación del Cáncer de Gran Bretaña, líder de esta nueva revisión, ambas posiciones no son necesariamente contradictorias, dado que la IARC necesitaba situar a los móviles dentro de una categoría de riesgo predefinida.
"Estamos tratando de decir (...) que creemos que la relación existe. Ellos (IARC) intentaron clasificar el riesgo según un sistema de clasificación preestablecido", apunta Swerdlow, presidente del Comité Permanente sobre Epidemiología de la Comisión Internacional sobre Protección de la Radiación No Ionizante.
SIN UNA RESPUESTA CLARA
Otras de los productos considerados por la IARC como posiblemente cancerígenas son tan diferentes como el plomo, los vegetales en escabeche o el café.
El uso de móviles ha aumentado de forma drástica desde comienzos de los años 80. Actualmente, se utilizan unos 5.000 millones de aparatos y la controversia sobre su posible relación con los principales tipos de tumores cerebrales --el glioma y el meningioma-- sigue viva.
El mayor estudio realizado hasta el momento sobre este asunto, publicado el año pasado, observó a casi 13.000 usuarios de telefonía móvil durante 10 años.
Swerdlow y sus investigadores analizaron sus resultados en detalle, pero no hallaron que brindara una respuesta clara.
Sin embargo, encontraron varios problemas metodológicos en el estudio, que se basó en entrevistas y en recuerdos de los participantes sobre el empleo que realizaron de estos teléfonos varios años atrás.
En otros estudios de varios países tampoco hallaron indicios de aumento del tumores cerebrales hasta 20 años después de la introducción de los móviles y 10 años después de que se expandiera su uso, añadieron los autores de esta revisión.
Para Swerdlow, en los próximos años se debería aclarar si existe una relación entre móviles y cáncer. En ciencia, probar la ausencia de un vínculo es siempre más complejo que encontrar una asociación.
Para el profesor de la Universidad de Cambridge, David Spiegelhalter, que no participó en este último estudio, "este es realmente un tema difícil de investigar".
Sin embargo, dice, "incluso ante las limitaciones de la evidencia, este informe es claro sobre que cualquier riesgo parece ser tan pequeño que es muy difícil de detectar, también en las masas de personas que actualmente usan teléfonos móviles".