MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Nofumadores.org ha exigido la inclusión en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de una "fuerte subida" del precio del tabaco, llevando la cajetilla a 10 euros, recordando que la industria del tabaco, con 55.000 muertes al año, es la "principal causa de muerte evitable y del agravamiento del Covid-19, así como de la posible transmisión del virus en espacios abiertos".
De hecho, la última encuesta realizada por el Ministerio de Sanidad cuenta que, a pesar del confinamiento, un 15 por ciento de población fumadora consume más cigarrillos que antes. "Se trata de una crisis sanitaria y un ataque a los derechos civiles de la infancia y la mujer que dura ya décadas y que no podemos soslayar ni un minuto más", ha dicho la presidenta de Nofumadores.org, Raquel Fernández Megina.
En efecto, el cáncer de pulmón ha aumentado un 400 por ciento en los últimos 30 años, alcanzando al cáncer de pecho en número de muertes. Además, Nofumadores.org ha recordado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha señalado varias veces al Gobierno español que el precio final del tabaco en España "no resulta disuasorio", al ser estos impuestos proporcionales.
"La política tributaria del tabaco es ineficaz al no desincentivar el consumo, como si consiguen, sin embargo, otros países del entorno de la Unión Europea, como Irlanda, Reino Unido o Francia. El precio del tabaco en España, a pesar de estar cargado de impuestos, es bajo en comparación con los países de alrededor. En Noruega, la cajetilla de tabaco cuesta 12,28 euros, Reino Unido 11 euros, Francia 8,5 euros aproximadamente", ha detallado la asociación.
En España, el precio medio son 5,5 euros, sin contar con las Canarias, lo que convierte a nuestro país en el estanco de la Europa. Mientras "miles de turistas" compran tabaco a precios "irrisorios" en Canarias, en la frontera entre España y Francia permitimos el "contrabando legal" de tabaco en los estancos de la frontera lo que socava los esfuerzos antitabaco del país vecino. "La fuerte subida del precio del tabaco en Francia supuso en 2018 un millón de fumadores menos", ha dicho Fernández Megina.
Existen además otros países como Nueva Zelanda, que ha realizado una gestión sobresaliente del Covid19, que cuenta con una cajetilla a 18,5 euros. Al igual que Australia, que aplicó subidas progresivas en años alternos hasta llegar a un precio similar.
Estos países cuentan con políticas de precios con el objetivo claro de reducir el tabaquismo y, además, funcionan. La industria tabaquera agita siempre el miedo al contrabando, pero lo cierto es que los cuerpos de seguridad y el beneficio para la salud de sus ciudadanos priman en los estados con precios disuasorios.
"A pesar de estar en una epidemia de carácter pulmonar, las regulaciones anti-Covid privilegian al fumador sobre quien no lo es. Mientras que todas las personas están obligadas a no quitarse la mascarilla mientras caminan por la calle, la distancia de dos metros para fumar es un privilegio absurdo que permite a los fumadores caminar con el cigarro en la mano y exponer al resto de ciudadanos al humo de tabaco y a la eventual carga vírica que este libera", han dicho desde la organización.
Además, Nofumadores.org ha señalado que la pandemia ha encontrado a los pulmones españoles en una situación lamentable, débiles, acartonados, propensos a infecciones. Con un 34 por ciento de población fumadora, siendo el tabaquismo la primera causa de agravamiento de la Covid19 después de la vejez.
"Ha llegado el momento de poner el fin a la década perdida contra el tabaquismo y trazar un plan con referentes y objetivos ambiciosos pero alcanzables. El objetivo son los espacios libres de humo y un 'end game' que baje la población fumadora a un cinco por ciento residual en el año 2030", ha apostillado Fernández Megina, para zanjar avisando de que la cajetilla a 10 euros y subidas paulatinas de todos los productos del tabaco se recojan en los PGE "se antoja como una medida indispensable porque es muy difícil luchar contra el tabaquismo, teniendo una política tributaria contraria a la que desarrolla la Europa Occidental desarrollada".