MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres con niveles muy elevados de lipoproteína(a), en particular aquellas con altos niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), tienen un mayor riesgo de sufrir episodios cardiovasculares como ataque cardiaco e ictus, según un estudio del Hospital de Brigham y las Mujeres en Boston (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Journal of the American Medical Association' (JAMA). La lipoproteína(a) es una proteína que transporta el colesterol por todo el organismo.
El estudio incluyó 27.791 mujeres sanas que participaban en un estudio sobre la salud femenina, que se adscribieron a la investigación entre 1992 y 1995 y recibieron seguimiento durante al menos 10 años. Durante esta década se produjeron 899 episodios cardiovasculares. En el análisis se tuvieron en cuenta edad, tabaquismo, presión sanguínea, índice de masa corporal, colesterol total, colesterol HDL, diabetes, uso de hormonas y proteína C reactiva.
Según sus niveles de lipoproteína(a) las mujeres fueron divididas en cinco grupos, aquellas del grupo con los niveles más elevados fueron 1,47 veces más propensas a desarrollar episodios cardiovasculares que aquellas clasificadas en el grupo con los niveles más bajos de lipoproteína(a).
Según los científicos, los niveles extremadamente elevados de lipoproteína(a) se asociaron con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, sobre todo en aquellas mujeres con altos niveles de colesterol LDL. Esta relación se produjo independientemente de los marcadores de riesgo tradicionales y la proteína C reactiva. Sin embargo, estos resultados se realizaron casi exclusivamente entre aquellas mujeres con niveles elevados de lipoproteína(a) y niveles por encima de la media de colesterol LDL, y no se presentó apenas gradiente de riesgo entre quienes tenían niveles bajos de lipoproteína(a), que suponen la mayoría de las mujeres analizadas.
Los expertos explican que consideran sus datos útiles sólo en aquellos subgrupos de población como aquellos en los que se integran personas con ataque cardiaco prematuro que de otra forma tendrían perfiles de riesgo normales o se encuentran bajo un particular riesgo elevado debido a una hipercolesterolemia hereditaria.