MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los niveles reducidos de proteínas antiinflamatorias podrían contribuir al dolor crónico generalizado, según un estudio de la Universidad Julius-Maximilians en Wurzburg (Alemania) que se publica en la revista 'Artritis & Rheumatism'. El trastorno suele estar asociado con fatiga, problemas de sueño y depresión.
Los investigadores analizaron citoquinas en 40 pacientes con dolor generalizado crónico, 40 controles y un grupo adicional de 15 pacientes. Los 40 pacientes con dolor recibieron inmunoglobulina intravenosa (IGIV) como un nuevo tratamiento para el dolor que no respondía a la terapia estándar, mientras que 15 pacientes adicionales no recibieron este tratamiento.
Durante el estudio se analizaron muestras sanguíneos tanto en lo relativo a citoquinas proinflamatorias y antiinflamatorias. Además se pidió a los pacientes que tasaran su dolor, fatiga, humor, función cognitiva y calidad del sueño sobre una escala del uno al diez.
Los pacientes del grupo del dolor no presentaron diferencias en la expresión de las citoquinas proinflamatorias IL-2, IL-8 y TNFa, pero tenían valores reducidos de citoquinas antiinflamatorias IL-4 y IL-10 en comparación con el grupo control sano. Los 15 pacientes del grupo adicional mostraron resultados similares, aunque la diferencia en IL-10 entre este grupo y los controles no fue significativa a nivel estadístico.
Los autores apuntan que deben existir varios factores que intervengan en estos bajos niveles de citoquinas antiinflamatorias y cómo están vinculados con el dolor. Aunque los autores consideran que los niveles bajos de citoquinas antiinflamatorias podrían ser una consecuencia del dolor generalizado crónico y su tratamiento, señalan la hipótesis de que estas proteínas en realidad participan en la patofisiología del dolor crónico generalizado e indican que podrían ser un indicador para el diagnóstico del trastorno así como en su tratamiento más apropiado.