MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los niños representan una proporción "inusualmente alta" de las personas afectadas por el actual brote de ébola en República Democrática del Congo (RDC), ha alertado este viernes el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en un comunicado.
Según datos de UNICEF, hasta ahora al menos dos niños han muerto a causa del virus y otros seis están siendo atendidos en centros de salud de las ciudades de Beni y Mangina como posibles enfermos de ébola. Además, la enfermedad ha dejado a 53 niños huérfanos.
El representante de UNICEF en RDC, Gianfranco Rotigliano, ha subrayado que "el impacto de la enfermedad en los niños no se limita a aquellos que han resultado infectados o que se sospecha que puedan estarlo", ya que "muchos se enfrentan a la muerte de sus padres y sus seres queridos".
Estos niños, que en muchos casos "se han quedado solos" porque han perdido a toda o a casi toda su familia, "necesitan urgentemente nuestro apoyo", ha sostenido Rotigliano. "Necesitan atención y cuidados especiales", ha detallado el jefe local de la agencia de la ONU.
Rotigliano también ha llamado la atención sobre el impacto que tiene en los niños que sus madres mueran o caigan enfermas. "Las mujeres son las principales encargadas de los niños, por lo que, si contraen la enfermedad, sus hijos y toda la familia pasan a ser vulnerables", ha señalado.
En este contexto, UNICEF y sus aliados han formado a 88 trabajadores psicosociales para "ayudar y reconfortar a los niños ingresados y apoyar a los que han sido dados de alta una vez que se ha comprobado que están libres de la enfermedad, pero que, aún así, corren el riesgo de sufrir estigmatización dentro de la comunidad".
UNICEF "está buscando y apoyando a familias de acogida para ellos, así como brindándoles la atención psicosocial y ayuda alimentaria que necesitan", y organizando "actividades de sensibilización para facilitar el regreso de estos niños a sus comunidades".
Un total de 44 personas han muerto por el brote de ébola declarado el pasado 1 de agosto en la provincia de Kivu Norte, apenas una semana después de que el Gobierno diera por superado el anterior, que comenzó en abril y se cobró 33 vidas. Se trata del décimo brote en RDC, país donde fue descubierto el virus del ébola.