MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
El hijo de 14 años de Susana Muñoz se ha quedado sordo de forma irreversible de un oído y con una audición del 50 por ciento en el otro a pesar de haber recorrido los servicios de urgencias de tres hospitales de Madrid y de recibir diferentes diagnósticos y tratamientos en cada uno de ellos, que no han tenido ninguna efectividad para frenar la dolencia del paciente.
Según explicó Susana en declaraciones a Europa Press, su hijo se levantó el pasado 2 de enero con un pitido en un oído, sensación de líquido y pérdida de audición, y se lo comentó a sus padres, que decidieron llevarle al médico de familia.
Aunque la doctora no supo determinar en la consulta la causa de la molestia, optó por prescribir un tratamiento de una semana para comprobar si los síntomas remitían, pero no fue así y el chico, lejos de mejorar, cada vez oía peor, "y había que hablarle a gritos". Por lo que al volver al centro de salud, se le remitió al otorrinolaringólogo.
La doctora les dio un volante preferente y les citaron para el 23 de enero. Sin embargo, en esos días, el paciente y su familia detectaron que la situación empeoraba y decidieron asistir a los servicios de urgencia.
Primero, al hospital de Niño Jesús, luego al hospital Gregorio Marañón y también al hospital de La Paz. Pero "en ninguno saben lo que tiene, cambian las versiones: que si líquido detrás del tímpano, que si infartos, y cada uno manda una medicación diferente".
Ante esta situación, Susana decidió recurrir a la medicina privada, lo que ahora considera que debería "haber hecho desde un principio". Aunque no podían presentar pruebas al otorrino privado, puesto que no se las habían hecho en ninguno de los centros hospitalarios que habían visitado, el especialista decidió suministrarle corticoides acompañados de antibióticos, que es el tratamiento que se usa en casos de sordera.
No obstante, este doctor no les garantizó nada sobre el resultado, porque el nivel de audición que para ese momento presentaba el joven era "el de un niño sordo", sin embargo, el tratamiento pareció frenar el avance de la sordera.
VISITA A UN MEDICÓ EN PARÍS Y SORDERA IRREVERSIBLE
El siguiente paso de esta familia fue viajar a París y acudir a la medicina francesa donde le practicaron un escáner para descartar un tumor cerebral y le realizaron pruebas que mostraron que el sistema auditivo no estaba afectado.
Sin embargo, la sordera ya es "irreversible", y ahora el hijo de Susana necesita de un audífono que ha sido costeado por su familia y ha supuesto un gasto de 2.700 euros.
El próximo 26 de mayo les habían dado cita en el hospital Gregorio Marañón para la realización de unos análisis con los que se podría determinar la causa de la sordera del paciente, con el consiguiente riesgo que el paso del tiempo puede suponer en las condiciones auditivas del joven.
Sin embargo, Susana sospecha que la aparición del caso en algunos medios de comunicación ha podido influir en la llamada que ha recibido hoy del hospital, en donde le han comunicado que podrán atender a su hijo mañana mismo al disponer de un hueco libre.
Pero para Susana todo lo que puedan hacer a partir de ahora no vale de nada, puesto que su hijo no recuperará la audición. Y no puede evitar sentirse culpable al echar la vista atrás, porque de saber el desenlace "no hubiera esperado ni un minuto" para llevar a su hijo a la medicina privada.
Mientras tanto, la familia procura superar lo ocurrido, "intentando salir adelante sobre todo por el niño, para que salga a flote y evitar que caiga en una depresión", explicó la madre. El joven "lo lleva por momentos, adaptándose al hecho de que depende desde que se levanta de colocarse un aparato en el oído".
Por suerte, todo el buen trato que no ha recibido de los médicos de la Seguridad Social española, se lo han dado sus profesores del conservatorio, en donde cursa estudios paralelamente a los del colegio.
"La sordera es una pequeña traba -para un músico-, pero por suerte tiene un buen equipo de profesores que le ayudan", concluyó Susana, quien ha puesto el caso en manos de la Asociación del Defensor del Paciente que prepara la presentación de la correspondiente denuncia por negligencia médica.