MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Ninguno de los medicamentos para la tuberculosis que se están desarrollando actualmente, por muy prometedores que sean, supondrá grandes mejoras en el tratamiento de esta enfermedad en un futuro próximo. Además, los diagnósticos y tratamientos no son los adecuados para combatir dicha patología, según un análisis que acaba de publicar organización médica y humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) con motivo de la 37ª Conferencia Mundial sobre Salud Pulmonar, que se celebra en París (Francia).
Para responder al este brote de tuberculosis resistente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) necesitará conseguir de inmediato nuevos medicamentos para los pacientes, asegurando que se agiliza el desarrollo de los nuevos fármacos en fase de ensayo clínico.
En este sentido, dicho organismo debe asumir la responsabilidad de garantizar más fondos para la investigación en el campo de la tuberculosis y asegurar que se concede especial prioridad a esta cuestión.
Con un total de 450.000 nuevos casos de tuberculosis resistente a los medicamentos cada año, la resistencia a los medicamentos es un problema que va en "rápido aumento", advirtió MDF.
Asimismo, la entidad alertó sobre los riesgos de un nuevo brote de tuberculosis con resistencia extendida a los fármacos de segunda línea en Sudáfrica, complicando aún más la epidemia del sida, ya que las personas co-infectadas por VIH corren el peligro de morir antes de que los resultados de sus pruebas puedan confirmar su resistencia a los medicamentos.
La doctora Christine Genevier de MSF en Mathare (Kenia), señaló que "la tuberculosis tiene el potencial de tener consecuencias devastadoras en lugares donde el sida está muy extendido, pero tratarla con las herramientas actuales sería como intentar extinguir el incendio de un bosque con una manguera de jardín".
Por su parte, el doctor Tido von Schoen-Angerer, director de la Campaña para el Acceso a Medicamentos Esenciales de MSF, aseguró que "los brotes de tuberculosis en el sur de África deberían hacer sonar la voz de alerta de lo que está ocurriendo con esta patología a mayor escala".
"Simplemente todavía no se ve la urgencia y la necesidad de una mayor inversión en la investigación necesaria para asegurar que los avances científicos más elementales en el campo de la tuberculosis se traduzcan en medicamentos más nuevos que puedan mejorar el tratamiento y reducir su duración así como pruebas diagnósticas que puedan utilizarse en contextos con recursos limitados", según von Schoen-Angerer.
La emergencia de la tuberculosis refleja que el enfoque que la OMS ha adoptado frente a esta enfermedad ha fracasado, particularmente porque se ha descuidado la investigación y desarrollo de diagnósticos y medicamentos nuevos y urgentes que podrían ayudar a reducir los casi dos millones de muertes que la afección causa cada año, concluyó MSF.