MADRID 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El acto de nacer provoca una reducción de una sustancia química cerebral llamado serotonina en los ratones recién nacidos, activando la formación de mapas sensoriales, según un estudio publicado este lunes en 'Develpmental Cell'. Los hallazgos arrojan luz sobre el papel clave de un evento ambiental importante en el desarrollo de circuitos neuronales y revelan que el nacimiento en sí es uno de los factores desencadenantes que prepara a los recién nacidos para sobrevivir fuera del útero.
"Nuestros resultados demuestran claramente que el alumbramiento tiene un papel activo en la formación del cerebro y la maduración", destaca el autor principal del estudio, Hiroshi Kawasaki, de la Universidad de Kanazawa en Japón. "Encontramos que el nacimiento regula la formación de circuitos neuronales no sólo en el sistema somatosensorial, sino también en el sistema visual. Por lo tanto, parece razonable especular que el nacimiento en realidad juega un papel más amplio en varias regiones del cerebro", agregó.
Las neuronas que procesan la información sensorial, como el tacto y la visión están dispuestas con precisión en mapas que son cruciales para la traducción de la percepción en conocimientos bien caracterizados. Los mamíferos, desde los ratones a los seres humanos, tienen mapas cerebrales que procesan diversos tipos de información sensorial.
En una región del cerebro de los roedores conocida como 'la corteza barril', las neuronas que procesan la información táctil de los bigotes están dispuestas en un mapa correspondiente al patrón espacial de bigotes en el hocico, con columnas vecinas de las neuronas que responden a la estimulación de los bigotes adyacentes. Aunque estudios previos han demostrado que el neurotransmisor serotonina influye en el desarrollo de mapas sensoriales, su papel específico durante el desarrollo normal no estaba claro hasta ahora.
En este nuevo estudio, Kawasaki y su equipo han descubierto que el nacimiento de crías de ratón condujo a una caída en los niveles de serotonina en el cerebro del recién nacido, lo que provocó la formación de circuitos neuronales en la corteza barril y en el núcleo geniculado lateral LGN), una región del cerebro que procesa la información visual.
Cuando los roedores fueron tratados con drogas que indujeron el parto prematuro o disminuyeron la serotonina, los circuitos neuronales en la corteza barril y en el LGN se formaron más rápidamente. Por el contrario, los circuitos neuronales en la corteza barril no se desarrollaron cuando se administró a los ratones un fármaco que aumenta la señalización de serotonina, lo que sugiere que una reducción en los niveles de este neurotransmisor es crucial para la formación del mapa sensorial.
Debido a que la serotonina también juega un papel clave en los trastornos mentales, es posible que anormalidades en el proceso de nacimiento y efectos sobre la señalización de la serotonina y el subsiguiente desarrollo del cerebro podrían aumentar el riesgo de las enfermedades psiquiátricas. "El descubrimiento puede llevar al desarrollo de nuevos métodos terapéuticos para controlar el riesgo de las enfermedades psiquiátricas inducidas por un alumbramiento anormal", concluye Kawasaki.