Las mujeres con VIH sufren doble discriminación al enfrentarse a un puesto de trabajo

Lazos Rojos Que Simbolizan La Lucha Contra El VIH/Sida
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 7 marzo 2012 16:17

MADRID 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

El hecho de ser mujer aún hoy en día es discriminatorio a la hora de conseguir un trabajo, si a eso se le suma tener VIH/sida, la posibilidad de incorporarse al mercado laboral es más complicado, tal y como señalan desde Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (Seisida), con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que se celebra este jueves.

Actualmente es complicado saber exactamente el número de mujeres discriminadas por el VIH, ya que, como explica a Europa Press la gerente de SEISIDA, la psicóloga Mª José Fuster, por lo general "ocultan su situación", en gran medida por el miedo a la reacción de los demás.

"La situación de la mujer es desfavorable en general en el ámbito laboral, en el ámbito del VIH la situación se hace más grave porque la mujer tiene una vulnerabilidad mayor a nivel psicosocial porque tiene más dependencia económica, cargas familiares, cargas que ya existen en la mujer sin VIH, y que la hace más vulnerable", añade.

En el ámbito laboral más del 24 por ciento de los pacientes con VIH afirma haber sufrido discriminación, hasta un 35 por ciento ha abandonado en alguna ocasión el trabajo y hasta un 28 por ciento ha decidido no buscar trabajo o no presentarse a una promoción laboral por la enfermedad

"El problema de las personas con VIH no es tanto la discriminación por parte de terceras personas sino que el enfermo se anticipa a esa discriminación para evitar situaciones incomodas", explica. En esta línea, estudios llevados a cabo por esta experta, muestran que el 80 por ciento de las personas entrevistadas con VIH no lo habían comunicado en su trabajo, del resto, al menos un 10 por ciento afirmaba algún tipo de discriminación.

En el caso concreto de las mujeres, Fuster advierte de que el "grado de evitación es mayor que en los hombres" y, especialmente, en lo que se refiere al mundo laboral, en gran parte porque "padecen más ansiedad, depresión, mayores sentimientos negativos que los hombres, además de las situaciones de evitación; y se sienten asiladas, sin red social de amigos, y absolutamente ocultas tras con su condición de VIH".

"UNA TABLA DE SALVACIÓN O UNA FUENTE DE ESTRÉS"

Recientemente se hacía público el Informe 2011 del Servicio de Asesoría Jurídica del Observatorio de Derechos Humanos de Red Comunitaria sobre el VIH/sida del Estado Español (REDVIH) que reflejaba que las consultas jurídicas por problemas laborales que las personas con VIH/sida realizaron en 2011 han aumentado un 2 por ciento respecto al año anterior, pasando de suponer el 26 por ciento a representar el 28 por ciento del total.

Esta experta recuerda que para este grupo de pacientes en general el trabajo puede convertirse en "una tabla de salvación o una fuente de estrés". Aunque está claro que ayuda a aumentar su calidad de vida, el hecho de no poder hablar de su patología en el trabajo puede constituir un problema emocional.

No obstante, confirma que diversos estudios han demostrado que las personas que mejor calidad de vida tienen son las que estaban trabajando, pero sobre todo las son autónomos, "al contrario que la población general sin VIH", principalmente porque pueden gestionar su tiempo.

Entre los problemas que aumentan este tipo de discriminación se encuentra el desconocimiento por parte de los empresarios de la enfermedad y los falsos mitos. En este sentido, la psicóloga destaca que son muchos los empresarios que tienen una percepción de que estos pacientes tienen bajo rendimiento, y, por otro lado, los hay que tienen perjuicios sociales y miedo a un de absentismo laboral alto por la enfermedad.

El impacto de los cambios físicos y, en concreto, de la lipodistrofia es otro de los factores que aumentan las situaciones de estigma en las mujeres, ya que estas son las que la padecen en mayor medida. "Si es muy grave tiene una repercusión muy clara en términos de encontrar trabajo" y, afirma, por este motivo, "existen muchas mujeres deprimidas y angustiadas que no tiene perspectiva de futuro".

Para evitar estas situaciones, desde SEISIDA recomiendan intervenir en al menos tres ámbitos: el primero, actuaciones para reducir el rechazo social, a través de acciones de sensibilización para cambiar la percepción que del VIH se tiene; capacitar a las mujeres con VIH para que sepan afrontar esta estigmatización, potenciando su autoestima, sus habilidades y dotándolas de apoyo social; y, finalmente, disminuir la discriminación que existe en el ámbito de las instituciones.