MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres con sobrepeso y obesas son más propensas a requerir atención médica especializada durante el embarazo debido al riesgo aumentado de resultados adversos neonatales y maternos, según concluye un nuevo estudio publicado este miércoles en 'BJOG: An International Journal of Obstetrics and Gynecology'.
El estudio, llevado a cabo por un equipo de la 'Queen's University Belfast' y la Fundación Belfast de Atención de la Salud y Social, en Reino Unido, encontró que la obesidad materna tiene implicaciones importantes para la salud que contribuyen al aumento de la morbilidad y mortalidad tanto para la madre como el bebé. Las tasas de obesidad en todo el mundo se han duplicado en los últimos 30 años, por lo que la tasa de mujeres embarazadas obesas también está aumentando.
En este estudio, se clasificaron las mujeres según las clasificaciones del índice de masa corporal (IMC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las categorías incluyeron a mujeres que tenían bajo peso (IMC <18,5), peso normal (IMC de 18,5 a 24,9), sobrepeso (IMC 25-39), y tres obesas subcategorías: obesos de clase I (IMC 30-34,9), obesidad de clase II (IMC 35-39,9) y obesidad de clase III (IMC> 40).
Se analizó el impacto del IMC en los resultados maternos y neonatales en 30.298 embarazos únicos de una unidad de referencia en el Norte de Irlanda, en Reino Unido, durante un periodo de ocho años (2004-2011). Dentro de este grupo, el 2,8 por ciento de las mujeres fueron clasificadas como bajo peso; el 52,5 por ciento, con peso normal; el 27,8% por ciento, con sobrepeso; el 11 por ciento, con obesidad clase I; un 3,9 por ciento, con obesidad clase II, y el 1,9 por ciento, con obesidad clase III.
TIENEN MAYOR RIESGO DE HIPERTENSIÓN Y DIABETES GESTACIONAL
Los resultados mostraron que, en comparación con mujeres de peso normal, las mujeres de sobrepeso de clase I y obesidad tenían un mayor riesgo de trastornos de hipertensión, diabetes gestacional, inducción del trabajo de parto, cesárea, hemorragia postparto y macrosomía (peso grande del bebé al nacer), con todos los riesgos significativamente crecientes en mujeres con obesidad clase II y III. Por ejemplo, las mujeres de clase III obesas tenían cuatro veces más de probabilidades de desarrollar diabetes gestacional en comparación con las de peso normal.
Por otra parte, las de obesidad de clase III se identificaron como las de mayor riesgo de resultados adversos adicionales incluyendo el tener un parto prematuro, un recién nacido que requiere ingreso neonatal y muerte fetal, con tres veces más de probabilidades.
En las mujeres con sobrepeso y obesas también hubo un incremento en la probabilidad de problemas postnatales, como la fatla de una lactancia materna exitosa, que también ha demostrado que aumenta el riesgo de consecuencias para la salud a largo plazo tanto para la madre como para el bebé en relación con la obesidad. Por el contrario, las mujeres con bajo peso tenían mayor riesgo de anemia y eran más propensas a dar a luz a un bebé de bajo peso al nacer, en comparación con las de peso normal.
Valerie Holmes, del Centro de Salud Pública de la Universidad de Queen en Belfast, dijo: "este estudio a gran escala demuestra claramente que el sobrepeso o la obesidad durante el embarazo aumenta el riesgo de resultados adversos maternos y neonatales".