MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres que tienen un índice de masa corporal bajo antes de quedarse embarazadas son un 72 por ciento más propensas a sufrir un aborto en los primeros tres meses de embarazo, según un estudio de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido) que se publica en la edición digital de la revista 'Journal of Obstetrics and Gynaecology'. Los investigadores señalan que estos riesgos pueden verse reducidos significativamente gracias al consumo de suplementos y frutas y vegetales frescos.
Son algunos de los resultados de un estudio más amplio que examina la asociación entre los factores de riesgo biológicos, de conducta y estilo de vida y el riesgo de sufrir un aborto. Aunque existen factores de riesgo claros como una mayor edad de la madre, abortos anteriores o la infertilidad, las causas de la mayoría de los abortos no son concretas y supuestos factores de riesgo como el consumo de tabaco, alcohol o cafeína siguen sin confirmarse.
Los investigadores preguntaron a 603 mujeres de entre 18 y 55 años de Reino Unido cuyos embarazos más recientes habían terminado en aborto durante los tres primeros meses y 6.116 mujeres cuyos embarazos habían progresado más allá de este tiempo. Las cuestiones se referían a factores sociodemográficos, de conducta y otros sobre su reciente embarazo. Los descubrimientos confirmaron los de estudios previos sobre los posibles factores de riesgo, por ejemplo en relación a la mayor edad de la madre y al consumo de alcohol, pero también revelaron nuevas asociaciones.
Los investigadores descubrieron que las mujeres con un peso bajo eran un 72 por ciento más propensas a sufrir un aborto en su primer trimestre. Sin embargo, las mujeres que tomaron suplementos vitamínicos durante los primeros meses redujeron su riesgo alrededor del 50 por ciento con los efectos más pronunciados entre aquellas que tomaron ácido fólico o hierro y multivitaminas que los contuvieran. El consumo de fruta y vegetales frescos a diario o en la mayoría de los días también disminuyó a la mitad las probabilidades de aborto y el consumo de chocolate también se asoció con un menor riesgo.
Los resultados también mostraban que si la mujer no estaba casada o vivía con una pareja, el riesgo de aborto era superior. Si había cambiado de pareja, sus probabilidades aumentaban un 60 por ciento, un riesgo similar si había abandonado una relación previa. En el caso de los problemas de fertilidad, éstos aumentaban el riesgo en un 41 por ciento.
Las mujeres que habían "planeado" su embarazo tenían un 40 por ciento menos de riesgo de aborto, pero dentro de este grupo, aquellas que tardaron más de un año en concebir fueron dos veces más propensas al aborto que aquellas que concibieron a los tres meses de intentarlo.
Los autores descubrieron que se confirmaba la creencia generalizada de que las nauseas que sienten las embarazadas por las mañanas indican una buena progresión del embarazo. Las mujeres que sufrieron nauseas y malestar en las primeras doce semanas eran un 70 por ciento menos propensas a sufrir un aborto y a mayores síntomas de malestar mayores eran las probabilidad de continuidad en el embarazo.
Según Noreen Maconochie, autor principal del estudio, los resultados confirman estudios previos que sugieren que seguir una dieta sana, reducir el estrés y cuidar del bienestar emocional podrían jugar un importante papel en la disminución del riesgo de aborto en aquellas mujeres que se encuentran en sus primeros meses de gestación o planean quedarse embarazadas.
Los investigadores señalan que la influencia sobre el riesgo de aborto de aspectos como el bajo peso, la finalización o cambio en las relaciones de pareja o el estrés, son factores a tener en cuenta y que deben formar parte de posteriores estudios sobre el tema.
