MADRID 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de California, en San Francisco, ha demostrado que las mujeres jóvenes que comienzan un tratamiento contra el cáncer no suelen tomar medidas para preservar su fertilidad, según los datos publicados en la revista 'Cancer', de la Sociedad Americana de Oncología.
En Estados Unidos se diagnostican cada año más de 120.000 casos de cáncer en menores de 50 años y, gracias a que las tasas de supervivencia están mejorando, la calidad de vida es cada vez más importante.
Sin embargo, el uso de la quimioterapia u otros tratamientos oncológicos hace que estas mujeres tengan más riesgo de perder la fertilidad o sufrir una menopausia precoz, de ahí que en muchos casos se advierta a estas mujeres de la existencia de una amplia gama de técnicas de reproducción asistida para mejorar sus posibilidades de concebir.
Para saber si estas mujeres hacen uso de las diferentes técnicas de fertilidad que existen, la doctora Mitchell Rosen encuestó a 1.041 mujeres de 18 a 40 años a las que se les había diagnosticado un cáncer entre 1993 y 2007, incluyendo casos de leucemia, linfoma Hodgkin y no Hodgkin, cáncer de mama y gastrointestinal.
De todas ellas, un total de 918 fueron tratadas con terapias que podrían afectar negativamente su fertilidad (quimioterapia, radioterapia pélvica, cirugía pélvica, o trasplante de médula ósea).
Los investigadores encontraron que el 61 por ciento de estas mujeres recibieron asesoramiento de sus médicos u otros profesionales sanitarios sobre los riesgos que el tratamiento del cáncer podía causar a su fertilidad, pero sólo un 4 por ciento optaron por preservarla.
El estudio reveló, no obstante, como las tasas de preservación fueron aumentando con el tiempo ya que, mientras sólo un 1 por ciento inició alguna técnica de fertilidad en 1993, entre un 6 y 10 por ciento optaron por estas terapias en 2005 y 2007.
Además, ciertos grupos de mujeres tenían más probabilidades de recibir información importante sobre su salud reproductiva en el momento de su diagnóstico de cáncer y de preservar su fertilidad que otras.
En concreto, el estudio señala que las mujeres que tienen hijos, más jóvenes, caucásicas, heterosexuales y con estudios universitarios eran más propensas de ser asesoradas acerca de estos riesgos.
"A pesar de que las mujeres están siendo cada vez más asesoradas sobre los riesgos de salud reproductiva, muchas todavía no reciben la información adecuada sobre sus opciones en el momento del diagnóstico", ha explicado Rosen.