Las mujeres de 26 años y universitarias son las personas más propensas a sufrir un trastorno de la conducta alimentaria

Alumna estudiando
GOBIERNO DE ARAGÓN
Actualizado: lunes, 28 enero 2013 13:48

MADRID 28 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las mujeres de 26 años y universitarias son las personas más propensas a sufrir un trastorno de la conducta alimentaria, según ha comentado el psiquiatra del Hospital Universitario Gregorio Marañón y secretario de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), Ignacio Basurte, quien ha informado de que, además, en el 17 por ciento de los casos, las pacientes suman a su trastorno mental algún tipo de adicción.

Se trata de una enfermedad mental que comporta anomalías graves durante la ingesta y que convierten la comida en un enemigo. Según han avisado los expertos, estas patologías son cada vez más frecuentes y actualmente se encuentran entre las más graves de la población española.

Concretamente, el síntoma externo podría ser una alteración de la conducta alimenticia pero el origen de estos trastornos se explica a partir de una alteración mental cuya expresión psicológica es un elevado nivel de insatisfacción personal, miedo a madurar, elevados índices de autoexigencia, ideas distorsionadas sobre el peso o la comida.

Los trastornos alimentarios más conocidos que se enmarcan dentro de este conjunto son la anorexia, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. En España, como en el resto de los países desarrollados, los casos de bulimia superan los de anorexia.

"Tanto la bulimia, el trastorno por atracón, como la anorexia purgativa, implican un marcado patrón impulsivo y de carencia de control inhibitorio, que a su vez se ve relacionado con la adicción y trastornos similares. Además, aquellas personas que manifiestan tener problemas de alimentación, presentan también problemas relacionados con el consumo de sustancias con bastante frecuencia", ha aclarado Basurte.

De hecho, los expertos han observado un mayor número de pacientes con patología dual y TCA entre los casos bulímicos, es decir, aquellos que presentan dentro de su problemática patrones compulsivos como el vómito, ejercicio excesivo y uso de laxantes.

"Estos pacientes abusan de cocaína, anfetaminas y cannabis. Además se conoce que existe una mayor tasa de consumo de alcohol en las personas diagnosticadas de anorexia subtipo purgativo o con bulimia nerviosa", ha añadido.

EL 86% CONSUME CAFEÍNA Y EL 72% ALCOHOL

Por otro lado, estudios realizados en algunos hospitales españoles con Unidades de Trastornos de la Conducta Alimentaria en adultos han demostrado que los pacientes con estos trastornos en la vida adulta consumen una media de tres sustancias adictivas, siendo las más frecuentes la cafeína (86%), el alcohol (72%) y el tabaco (51%).

Inmediatamente después se sitúa el abuso de benzodiacepinas e hipnóticos, cannabis y otras sustancias como alucinógenos, cocaína, anfetaminas y opiáceos. "Sólo un 2,3 por ciento de los pacientes con TCA no realiza ningún consumo de sustancias. Esto sube a un 11,4 por ciento, sin tener en cuenta el consumo de tabaco o cafeína, siendo en este caso el consumo más prevalente el alcohol", ha recalcado el experto.

Por tanto, alrededor del 88,6 por ciento de los pacientes con TCA en la vida adulta, realizan algún consumo de sustancias con potencial adictivo, excluyendo el tabaco y la cafeína. Además, el riesgo de consumo perjudicial de alcohol y adicción se multiplica por cinco en pacientes con bulimia nerviosa. Estas pacientes se asocian también con una mayor impulsividad.

En este sentido, el experto ha recordado que más de la mitad de los pacientes con TCA presentan una marcada impulsividad. "La impulsividad aumenta el riesgo de consumo de sustancias, tentativas de suicidio, autolesiones o conductas purgativas que repercuten en una mayor complejidad asistencial y peor evolución, además de una elevada comorbilidad con rasgos de personalidad específicos. En este sentido, esta comorbilidad multiplica por 5 el riesgo de padecer depresiones severas/graves en casos como es el rasgo límite de personalidad, hasta por 4 en el caso del dependiente y casi de manera constante en el trastorno por evitación", ha subrayado.

Otros síntomas destacables, son los referentes a la presencia de síntomas de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) que aparece en más de la mitad de los pacientes. Estos síntomas, según ha asegurado el experto, afectan "seriamente" a la impresión subjetiva de los pacientes con TCA respecto a su calidad de vida.

"De esta manera, ven mermada de una manera significativa su estado de salud, estado de ánimo, trabajo, su nivel de actividad, relaciones sociales y en definitiva las actividades generales y el grado de satisfacción global. Presentan de igual manera un mayor grado de discapacidad total, que afecta de manera importante a todos los aspectos de su vida, social, laboral y familiar, además de un marcado nivel de estrés personal", ha zanjado.