PARIS, 6 Feb. (EUROPA PRESS/Javier Gómez Muñoz) -
Isabelle Dinoire, la mujer francesa de 38 años que el pasado 27 de noviembre recibió el primer trasplante parcial de rostro de la historia, declaró hoy, en su primera aparición pública, que la operación le ha permitido disponer "de una segunda vida" y "ayudará a revivir a otras personas".
"Ahora tengo una cara, como todo el mundo", expresó la paciente, en una multitudinaria rueda de prensa, en Amiens, donde se recupera de la intervención, en compañía de los dos cirujanos responsables del histórico trasplante, Bertrand Devauchelle y Jean Michel Dubernard.
La paciente recordó haberse "desvanecido" tras tomar unos medicamentos en su casa, momento en el que su perro la mordió y la desfiguró. "Cuando me desperté, intenté fumarme un cigarrillo y vi que no se sostenía entre mis labios. Cuando me miré en el espejo, no podía creer lo que había ocurrido. Sobre todo porque no me dolía", reconoció Isabelle Dinoire.
"Durante un mes y medio no salí de casa por el miedo a la mirada de los otros (...) Después, los medios me dieron confianza. Ahora tengo una cara como todo el mundo", explicó la paciente, que se expresaba con dificultad pero de forma inteligible. "Puedo abrir la boca, siento los labios y la nariz".
Visiblemente impresionada por los centenares de cámaras fotográficas que disparaban sus flashes, Isabelle Dinoire fue la primera en tomar la palabra. Con el gesto ligeramente entumecido, la parte izquierda de su rostro hinchada y visibles cicatrices, pero con un aspecto normal, la mujer expresó su voluntad de "retomar una vida normal" cuando acabe el periodo de observación y recuperación, que sigue desarrollándose en Amiens.
"Gracias a los doctores, porque me han abierto, a mí y a otros, una puerta para el futuro", agredeció Isabelle, antes de ceder la palabra a los doctores. La paciente recordó la impaciencia a la espera del trasplante. "Lo peor de todo fue la espera hasta que encontraron el tejido", reconoció.
Antes de la operación, la apertura bucal era de 1,9 centímetros, según explicó ella misma. Isabelle Dinoire explicó que "ahora" comprende "a todos los que tienen algún tipo de deficiencia".
Asimismo, se quejó de la "presión" mediática que han vivido su familia y sus vecinos en las últimas semanas y expresó su esperanza de que acabe tras la rueda de prensa.
El cirujano Bertrand Devauchelle aseguró que todo el equipo médico tuvo enseguida "la convicción de que el momento de pasar a la acción (y llevar a cabo un trasplante facial por primera vez) había llegado". "Ahora, su trasplante le pertenece", agregó.
El doctor Dubernard afirmó que "desde que la paciente se quitó la máscara" por primera vez, no albergó "ninguna duda" de que era necesario el trasplante. Los doctores explicaron que siete días después del trasplante, Isabelle ya podía comer por sí misma.