Reclama a los Gobiernos europeos que protejan "la vida, la dignidad y la salud" de los inmigrantes y los solicitantes de asilo
MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció este jueves que las "cada más restrictivas políticas de inmigración" de los Gobiernos europeos están afectando a la "salud física y mental" de los inmigrantes y solicitantes de asilo, por lo que reclamó a los Ejecutivos del Viejo Continente que protejan "la vida, la dignidad y la salud" de estos colectivos.
"Los solicitantes de asilo y los inmigrantes indocumentados pagan el precio de las cada vez más restrictivas políticas de inmigración, unas políticas que afectan directamente a su salud física y mental", denunció la organización en un comunicado con motivo del Día Internacional del Migrante, que se celebra este jueves.
Según MSF, los inmigrantes y solicitantes de asilo deben "soportar peligrosas travesías por el desierto y por mar" en las que "son objeto de actos de violencia y abusos, son encarcelados y explotados, o caen presas de traficantes y contrabandistas". "El número de menores no acompañados y mujeres, muchas de ellas embarazadas, que emprende estos viajes es cada vez mayor", precisó.
Los que consiguen llegar a Europa, denunció MSF, suelen tener que hacer frente a "detenciones sistemáticas y prolongadas en condiciones terribles". "A pesar del grave impacto que esto tiene sobre la salud física y mental, su acceso a la atención médica es limitado y el apoyo psicológico suele ser inexistente", lamentó.
Por ello, la organización instó en su comunicado "a los políticos de toda Europa a que protejan la vida y la dignidad de los inmigrantes y solicitantes de asilo y faciliten su acceso a los servicios básicos, incluyendo el refugio y la atención sanitaria".
SOBRE EL TERRENO
Según el comunicado, los equipos de MSF asisten a inmigrantes y solicitantes de asilo en las diferentes etapas de su viaje. En países de origen como Somalia, Afganistán, República Democrática del Congo y Nigeria, "MSF trata las consecuencias de la violencia y la indigencia", mientras que en Marruecos, Grecia, Malta, Italia y Francia, los equipos de MSF proporcionan "atención médica y psicológica a los que han sobrevivido al viaje", añadió.
En Marruecos, según la organización, los inmigrantes y solicitantes de asilo que intentan entrar en la UE "viven a menudo en precarias condiciones y son víctimas de la violencia y la explotación". Entre 2003 y 2009, los equipos de MSF en Marruecos respondieron a 4.000 casos de violencia.
En Italia, MSF se vio obligada a retirar a su equipo de Lampedusa tras el marcado descenso de inmigrantes y solicitantes de asilo que llegaban a la isla. "Desde que el Gobierno italiano impuso políticas de inmigración más duras a principios del año, las embarcaciones con inmigrantes y solicitantes de asilo son interceptadas en el mar y devueltas a Libia, exponiendo a estas personas de nuevo a la violencia que soportan cuando intentan llegar a Europa", denunció MSF.
En Grecia y Malta, el trabajo de MSF en los centros de detención para inmigrantes indocumentados y solicitantes de asilo ha revelado elevadas tasas de depresión, ansiedad y estrés postraumático. "En los centros de detención, encontramos unas condiciones de higiene terribles y a las personas hacinadas", declaró el coordinador sobre el terreno de MSF en Grecia, Christos Papaioannou. "Además, resulta muy frustrante para los inmigrantes el hecho de estar detenidos sin haber cometido ningún delito y la incertidumbre sobre su futuro", agregó.
Una vez terminado el periodo de detención en Grecia y Malta, según la organización, "las perspectivas son deprimentes para muchos y el acceso a la atención sanitaria sigue siendo incierto". Incluso cuando la atención de salud está disponible, "las barreras del idioma, la falta de información y el miedo a ser denunciados disuaden a los inmigrantes de buscar ayuda", añadió.
En Francia, MSF proporciona apoyo psicológico a solicitantes de asilo que no han sido admitidos. "Muchos padecen graves trastornos psicológicos como resultado de la violencia o la persecución en sus países de origen, del duro viaje y de la falta de vivienda en Francia", se lee en el comunicado. Desde 2007, MSF ha realizado más de 7.000 consultas en París, la mitad de las cuales implicaban atención psicológica.
"PROLONGADO SUFRIMIENTO"
"Nuestra experiencia de trabajo en las diferentes etapas de su viaje nos ayuda a comprender su prolongado sufrimiento", declaró la asesora de asuntos humanitarios de MSF, Liesbeth Schockaert. "Estas personas tan vulnerables emprenden viajes muy difíciles en los que suelen tener que hacer frente a situaciones de violencia y abusos", prosiguió.
"Cuando finalmente llegan a Europa, esperando que esto suponga el fin de toda una serie de incidentes traumáticos, se encuentran con detenciones, horribles condiciones de vida, un acceso limitado a la atención de salud y exclusión de la sociedad", denunció la asesora. Por ello, advirtió Schockaert, "es primordial que las políticas de inmigración en Europa protejan la vida y la dignidad de estas personas y mejoren su acceso a la atención médica, incluyendo el apoyo psicológico", aseveró.