MADRID 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
MSD ha lanzado, con el aval del Grupo de Estudio del SIDA (GESIDA) y el Grupo de Estudio de Alteraciones Metabólicas (GEAM), el programa 'Total Patient Care', que se realizará a través de la plataforma 'Univadis', con el objetivo de reforzar el conocimiento y facilitar el manejo de las diversas comorbilidades para lograr un buen control de la enfermedad y proporcionar una asistencia mutidisciplinar de buena calidad.
El programa está compuesto por cuatro sesiones formativas, que se imparten de forma 'on line' desde 'www.univadis.es', a través de las cuales diversos médicos especialistas comparten su visión y experiencia clínica en el manejo de las patologías más frecuentes en estos pacientes.
Y es que, los avances científicos, el aumento de los fármacos disponibles y la buena preparación de los profesionales sanitarios han contribuido a mejorar notablemente la esperanza y la calidad de vida del paciente con infección por VIH.
Esto ha provocado que, según los expertos, cada día sea mayor el número de pacientes VIH con edad avanzada en las consultas y que presenten otras patologías diferentes de la enfermedad que requieren una atención especial tanto en su diagnóstico como en su apropiado tratamiento y seguimiento.
"La supervivencia prolongada conseguida con la introducción del tratamiento antirretrovial ha hecho que los pacientes infectados por VIH manifiesten trastornos médicos distintos a las enfermedades oportunistas que inicialmente afectaban a este colectivo. Hasta fechas recientes, las infecciones oportunistas representaban más de 90 por ciento de la morbilidad de estos colectivos. Sin embargo, actualmente, la comorbilidad y los efectos secundarios del tratamiento son los que requieren mayor atención1", ha explicado el presidente de GESIDA, Pere Domingo.
Y es que, aunque las comorbilidades pueden estar presentes en cualquier tipo de paciente y suelen tener mayor prevalencia en las personas mayores, aparecen con anterioridad en los pacientes infectados con VIH. En este sentido, Domingo ha informado de que, "esencialmente", la comorbilidad está relacionada con la edad ya que, a medida que uno envejece, van apareciendo diversas patologías asociadas.
"Esto mismo ocurre con los pacientes VIH, pero sucede mucho antes que la media de la población general, con un promedio de unos 10 años antes, por lo que podemos afirmar que los pacientes VIH tienen un envejecimiento. Por ello, es especialmente importante establecer estrategias más contundentes para el diagnóstico y tratamiento de las comorbilidades en personas con VIH en una edad más temprana, uno de los puntos en los que se hará especial énfasis durante las sesiones que constituyen esta iniciativa formativa", ha señalado.
ANÁLISIS DE LAS COMORBILIDADES "MÁS PREVALENTES" EN ESTOS PACIENTES
De hecho, durante las sesiones formativas que componen el programa 'Total Patient Care', se analizarán algunas de las comorbilidades más prevalentes en estos pacientes como, por ejemplo, alteraciones metabólicas, riesgo cardiovascular, alteraciones renales, óseas, trastornos del sistema nervioso central, neoplasias o la confección por VIH-VHC.
Se trata de unas comorbilidades que complican el manejo del tratamiento del paciente con VIH, ya que el especialista debe atender varios frentes, así como tener en cuenta las interacciones entre los medicamentos para el abordaje de las distintas alteraciones médicas.
Esto hace que, con frecuencia, los pacientes VIH presenten otros procesos concurrentes que condicionan el tratamiento antirretrovial (TARV). Estas modificaciones obedecen a interacciones medicamentosas, a toxicidad específica del tratamiento antirretroviral o a disfunciones del órgano enfermo que alteran el metabolismo de los antirretrovirales.
Asimismo, la primera sesión de 'Total Patient Care' ha abordado los riesgos cardiovasculares asociados al paciente, una alteración que suele ser frecuente en los pacientes VIH. Aunque las enfermedades cardiovasculares aumentan progresivamente con el proceso de envejecimiento, existen evidencias de que los pacientes con infección por VIH tienen un mayor riesgo de desarrollarlas.
Esto se debería, en parte, al perfil que muestra el paciente con infección por VIH que acude a los centros españoles, ya que suele ser un hombre de mediana edad, fumador y con una carga viral plasmática indetectable. Por eso, aunque a priori no pudiera ser evidente, podría presentar cierto riesgo cardiovascular alto.