SEVILLA, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
El tratamiento con morfina "no resulta eficaz" a entre un 20 y 30 por ciento de pacientes que se someten a esta terapia para paliar su dolor oncológico, según destacó hoy el jefe de sección de Oncología Médica del Hospital Provincial de Castellón, Ramón de las Peñas, quien explicó que este problema puede deberse "a algunas mutaciones genéticas que están relacionadas con la resistencia a este tipo de opioide".
De las Peñas, quien hoy participó en Sevilla en la mesa sobre 'Control y tratamiento del dolor oncológico', enmarcada en el II Congreso de la SEOM en Cuidados Continuos, aludió a varios estudios elaborados en los países nórdicos en 2004 y 2005 "en los que se plantea esta relación de mutación genética y resistencia a la morfina", por lo que explicó que, "si en el paciente se demuestra esa relación, lo que tenemos que hacer es individualizar su tratamiento".
En este sentido, dicho experto señaló, en declaraciones a Europa Press, que en estos casos "lo que hacemos es cambiar el tratamiento de este opioide por otras como el fentanilo o la oxydona, que también ofrece muy buenos resultados". Así, precisó que, en términos generales, en menos de 10 por ciento de los pacientes con dolor oncológicos "no resulta eficaz" alguno de estos fármacos de la familia de los opioides, una vez que la morfina no ha funcionado.
Con todo, avanzó que para el próximo año "vamos a pilotar un estudio con pacientes en la Comunidad Valenciana a los que precisamente se les realizará análisis genéticos para confirmar o no estas resistencias a la morfina por mutaciones genéticas a las que apuntan varios estudios nórdicos".
Aún así, De las Peñas señaló que "el futuro" en el tratamiento del dolor oncológico se dirige "a la personalización de los mismos", tras reconocer que en la actualidad "lo que se hace es aplicar un determinado opioide basándonos en unas tablas que miden la intensidad y el tipo dolor".
En cuanto a las reticencias de los pacientes a tratarse con opioides para frenar su dolor oncológico, señaló que "afortunadamente los pacientes ya no tienen ese miedo como consecuencia del 'mito' que existía sobre la morfina", una situación que "hasta hace 10 años si que es cierto que era uno de los principales problemas a los que nos enfrentábamos", matizó.
"En los últimos años hemos asistido a un control adecuado del dolor, gracias a que disponemos de potentes fármacos y a que cada vez más los servicios médicos funcionamos con el paciente de forma multidisciplinar y no aislada", concluyó.