MADRID 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Escuela de Medicina Icahn del Instituto de Inmunología del Hospital del Monte Sinaí, en Nueva York, Estados Unidos, han descubierto que la mucosidad del intestino grueso proporciona una valiosa función inmune antiinflamatoria y autorregulatoria. De hecho, plantean que este moco, que ayuda al cuerpo a mantener el equilibrio, evitar la inflamación y reducir los problemas de alergia a los alimentos, puede un día resultar útil en el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), enfermedad de Crohn y el cáncer.
"Nos preguntamos si las células dendríticas en el intestino podrían prenderse del moco, igual que las bacterias y los antígenos de alimentos", señaló el autor principal del estudio, Andrea Cerutti, profesor en el Departamento de Medicina en el Instituto de Inmunología de la Facultad Icahn. Las células dendríticas son un tipo de célula inmune que se encuentra en la mucosa que lanza una respuesta inmune.
"Encontramos que cuando el moco estaba presente, se estimula la producción de citocinas antiinflamatorias [proteínas reguladoras liberadas por las células del sistema inmunitario que actúan para regular una respuesta inmune]", agregó. El moco impidió que las bacterias indujeran una respuesta inmune perjudicial.
Dicho de otra manera, la mucosa intestinal no sólo actuó como una barrera contra las bacterias y las toxinas dietéticas, sino que también detuvo la aparición de reacciones inflamatorias contra estos agentes. "Esta importante propiedad del moco era desconocida hasta ahora", destacó Meimei Shan, autor principal del estudio y profesor asistente en el Departamento de Medicina en el Instituto de Inmunología de Icahn.
En esta investigación, se aisló y se analizó el moco desde el intestino de ratones sanos, de cerdos y una línea celular intestinal humana. Se utilizaron diversas técnicas que implican la inmunología celular y biología molecular para demostrar las propiedades antiinflamatorias de la mucosa. Además, se administró mucosidad de ratones sanos a los roedores manipulados genéticamente para carecer de moco y otros con colitis intestinal.
En condiciones normales, las personas liberan aproximadamente un litro de moco cada día, que es secretado normalmente por los tejidos de la mucosa de todo el cuerpo, según los investigadores del estudio, publicado en 'Science'. El intestino grueso tiene el 80 por ciento de las células inmunes del cuerpo, pero en los trastornos gastrointestinales inflamatorios, tales como la enfermedad de Crohn y enfermedad inflamatoria del intestino, las personas pueden tener alteraciones de la mucosa intestinal que impiden generar una respuesta antiinflamatoria de protección.
"La investigación futura se centrará en explorar más a fondo los mecanismos de síntesis del moco intestinal o un compuesto similar equivalente para su administración oral como medicamento --afirmó Shan--. Esperamos sintetizar artificialmente moco o un compuesto equivalente para uso oral".
Además de ayudar a tratar enfermedades inflamatorias intestinales, los investigadores ven posibilidades para el tratamiento del cáncer. El doctor Cerutti explicó: "Varios tumores agresivos, como el de colon, de ovario y cáncer de mama producen mucosa, incluso MUC2. El moco producido por las células malignas puede evitar la respuesta inmunitaria protectora contra las células malignas". Esta mejor comprensión de las propiedades de la mucosidad también podría tener un efecto positivo en el tratamiento de tumores.