MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
La mitad de los trastornos psiquiátricos aparecen por primera vez antes de los 14 años y más del 70 por ciento comienzan antes de los 18 años, según los datos de la Sociedad Europea de Psiquiatría Infantil y Adolescente (ESCAP), que del 20 al 24 de junio celebra su 16 congreso internacional en Madrid.
La trascendencia de la psiquiatría infantil y juvenil se refleja en que uno de cada ocho menores de 18 años presenta trastornos mentales y uno de cada cinco padecerá a lo largo de su vida un problema de desarrollo emocional o de conducta.
Por eso, los principales retos de las líneas de investigación actuales se centran en la prevención y la detección temprana de estos trastornos, posibilitando que los resultados de esos estudios tengan una aplicación clínica.
Cada vez son más las consultas que se realizan debido a niños y adolescentes que sufren trastornos psiquiátricos como ansiedad, depresión o trastornos por déficit de atención, y prevenir las causas de estos trastornos en una fase temprana es fundamental no sólo para que su calidad de vida durante la infancia y la adolescencia sea óptima, sino sobre todo para su vida futura.
Además, los trastornos psiquiátricos en niños y adolescentes requieren un abordaje especializado, principalmente porque se trata de personas en fase de desarrollo que deben ser tratadas con especial atención y cuidado, de forma diferente a como se enfocan las terapias y tratamientos con adultos.
Reducir la brecha entre la investigación y la práctica clínica
Para Josefina Castro-Fornieles, Presidenta del Programa Científico del Congreso ESCAP 2015, psiquiatra de niños y adolescentes y Directora del Instituto Clínico de Neurociencias (que engloba el Servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil) del Hospital Clínico de Barcelona, hay que "reducir la brecha" que existe entre la investigación y la práctica clínica.
"Hay un reconocimiento internacional progresivo de la importancia de la investigación en psiquiatría infantil y adolescente, dado que en estas edades es posible estudiar los diferentes trastornos sin que influyan los años de evolución o tratamientos sucesivos. Sin embargo, existe una amplia brecha entre la práctica habitual y la investigación", ha destacado.
Para esta experta, la clave está en abordar la Psiquiatría infantil y adolescente de manera interdisciplinar, con aportaciones de la Pediatría, Psicología, Enfermería, departamentos de atención a la infancia, justicia juvenil, etc.