La mitad de depresivos deja el tratamiento antes de que lo diga el médico

Actualizado: jueves, 7 octubre 2010 13:05


MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

Cerca de 4 millones de españoles sufren depresión, una enfermedad que podría convertirse en la segunda con mayor carga social para 2020, y la mitad de ellos abandona el tratamiento antes de que se lo indique su médico, según destaca el doctor Javier Quintero, miembro de la Sociedad de Psiquiatría de la Comunidad de Madrid, de cara al Día Europeo de la Depresión, que se celebra este 7 de octubre.

En concreto, los españoles con depresión siguen el tratamiento durante una media de cuatro meses, a pesar de que las guías clínicas recomiendan que el tratamiento se mantenga como mínimo entre 6 y 9 meses. Esto aumenta el riesgo de recaídas y contribuye a la cronificación de esta enfermedad.

Según señala el doctor Quintero, el proceso consiste en que, "a las 2 ó 4 semanas del inicio del tratamiento, el paciente nota una mejoría subjetiva importante", pero que a su juicio "no es suficiente". "Sabemos que el paciente debe perseverar en el tratamiento y seguir las indicaciones que su médico le haga sobre la duración, a pesar de la mejoría inicial", advierte.

En este sentido, el doctor Luis Agüera, psiquiatra del Hospital Universitario Doce de Octubre, de Madrid, y profesor de Psiquiatría de la Universidad Complutense, recuerda que el tratamiento antidepresivo "restaura la funcionalidad de esas personas, devolviéndolas a su nivel de funcionamiento anterior, es decir, a un nivel normal".

LA CRISIS AUMENTA LOS CASOS DE DEPRESIÓN

Según este experto, la aparición de un episodio depresivo es "el resultado de dos factores: la vulnerabilidad que tiene cada persona, el riesgo personal, eso es algo con lo que se nace, y los acontecimientos vitales que cada persona va teniendo a lo largo de su vida".

Así, las personas que tienen gran vulnerabilidad necesitan pocos acontecimientos para desarrollar un episodio depresivo, mientras que aquellos que tienen una mayor fortaleza genética y resistencia a la depresión pueden desarrollar un episodio con acontecimiento vital más grave.

"Está claro que, para las personas más vulnerables, un ambiente de crisis económica, de despidos, de dificultades puede provocar que tenga un episodio cuando, si no hubiera sucedido, esa persona igual hubiera pasado el resto de su vida sin desarrollarlo", explica.

"Como consecuencia --añade-- hay un aumento de consultas por episodios depresivos porque el actual ambiente de crisis afecta, sobre todo, a las personas más vulnerables".

ANSIEDAD Y DOLOR EN EL 59% DE LOS PACIENTES

Para Agüera, la depresión y el dolor "comparten mecanismos en el cerebro que son muy similares". "La depresión se puede manifestar por dolor y también las personas con depresión perciben el dolor de una manera mucho más intensa", señala.

De hecho, el 59 por ciento de los pacientes con ansiedad generalizada refieren dolor y esta cifra se eleva hasta el 78 por ciento en pacientes que presentan ansiedad y depresión. Sin embargo, en muchos casos los síntomas dolorosos que padecen este tipo de pacientes no se asocian con dichas enfermedades (ansiedad y depresión).

Así lo revela el Estudio Gaudí, publicado recientemente en 'Journal of Affective Disorders', donde se destaca que, a pesar de que el 90 por ciento de estos pacientes habían acudido a su médico de Atención Primaria al menos una vez en los últimos tres meses, en el 69 por ciento de los casos su doctor no asoció este dolor ansiedad o depresión.

Este estudio, primero de estas características que se realiza en España y en el que han participado más de 80 médicos de AP, analizó a 7.152 pacientes, de los cuales más del 13 por ciento (981) presentaba ansiedad generalizada. Asimismo, más de la mitad (559) presentaba un trastorno depresivo mayor junto con el trastorno de ansiedad.

Los síntomas dolorosos asociados a la ansiedad y la depresión impactan negativamente en la calidad de vida y en la funcionalidad del paciente. Un dato revelador en este sentido, que también se recoge en la investigación, es que los síntomas dolorosos de estas patologías se asocian a una reducción en la productividad laboral de los pacientes en 3,9 días por semana.