MADRID 25 May. (EUROPA PRESS) -
El jefe de Servicio de Ginecología, Obstetricia y Reproducción Asistida de la Clínica Quirón en Bilbao, Gorka Barrenetxea, asegura que la implantación de microchips va a suponer un importante avance en los tratamientos de reproducción asistida ya que "ayudará a determinar en qué momento es más receptivo el endometrio a la transferencia embrionaria".
De este modo, "se conseguirán hacer transferencias selectivas de un solo embrión, evitando así el riesgo de embarazo múltiple y con tasas muy altas de implantación", ha explicado este experto en un simposio organizado por Merck Serono en Valencia, en el marco del XXVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).
"Hasta ahora el estudio de la receptividad endometrial se hacía en base a criterios histológicos", un método que "no deja de ser invasivo y tiene ciertas limitaciones". Precisamente este carácter invasivo es "una de las grandes limitaciones" de las técnicas empleadas en la actualidad.
Frente a ello, la ventaja de las diferentes ómicas --como la genómica, la proteómica, la secretómica y la metabolómica-- es que "permiten estudiar de forma no invasiva el metabolismo, los genes y las proteínas de los embriones y, así, seleccionar los mejores de acuerdo al medio de cultivo donde van a desarrollarse", aclara Barrenetxea.
Pero, además de los gametos y embriones, el endometrio desempeña un papel determinante en el proceso de implantación embrionaria. En ese sentido, las ómicas permitirán un estudio detallado del medio en el que va a implantarse el embrión ya que, aunque éste tenga una alta capacidad de implantación, puede ocurrir que el endometrio no sea receptivo a la transferencia embrionaria.